El Papa en Nazaret

Santiago Quemada cuenta la Misa que el Papa celebró ayer, 14 de mayo, en Nazaret

Lo primero que tengo que decir es que, después de la suerte que he tenido, sólo me quedaba dejar paso a otros. Así que hoy no he ido al norte, y me he quedado cuidando la casa. De todas formas lo que narraré ahora está basado en lo que me han contado los de mi casa de cómo se ha vivido este día en Nazaret con el Papa, y en las imágenes impresionantes que he visto de la Misa en directo por la televisión local y a través de internet. 

Realmente esta imagen de tantos miles de cristianos en Tierra Santa es digna de ser guardada para verla muchas veces. Somos tan poquitos que esto es una inyección de optimismo y esperanza muy grande. La llegada al lugar ha sido a través de autobuses. No estaba permitido acceder al recinto andando. El ambiente en el lugar durante las horas de espera y con la presencia del Papa ha sido impresionante. Había alrededor de 40.000 personas. Y todas con una alegría y una vitalidad muy grandes. No han parado de gritar, de cantar y de moverse al compás de la música o agitando banderitas durante horas. Cuando ha llegado el Santo Padre en el papamóvil ha sido impresionante el estallido de alegría entre la muchedumbre.

Ha comenzado la Santa Misa y, esta vez, el encargado de dirigir las palabras iniciales de bienvenida al Papa ha sido el obispo melquita o greco-católico Elías Shakur. Es un hombre que habla con mucha fuerza y durante bastantes minutos ha agradecido con potente voz la presencia del Papa, y le ha manifestado sus preocupaciones. También le ha trasmitido su alegría por la nueva Universidad que está comenzando en el norte del país y de la que él es promotor. 

En varios momentos ha gritado el saludo de Pascua entre los árabes cristianos: -Il Masih qam (El Mesías ha resucitado) Y todos han respondido gritando: -Hakam qam (En verdad ha resucitado). Al Santo Padre se le veía disfrutar pues sonreía ante la espontaneidad del obispo y la respuesta unánime de la gente. En la homilía el Papa ha hablado de la familia. Estamos celebrando en el Patriarcado un año dedicado a la familia. Ha sido muy bonito como el Santo Padre ha puesto el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret. Ha animado a que, siguiendo su ejemplo, se llegue a apreciar cada vez más la santidad de la familia, "que se basa en la fidelidad para toda la vida de un hombre y una mujer, consagrada en el pacto conyugal y abierta al don de la vida". También hoy ha vuelto a hablar del importante papel de la mujer, y además ha dicho palabras para los hijos, que nos vendrán muy bien para formar y alentar a los niños nuestros clubes de Nazaret y Jerusalén. 

Después, en el ofertorio, se ha producido una escena conmovedora. Mientras algunos matrimonios le hacían entrega al Papa de las ofrendas para la Misa, una chica en el coro cantaba un solo con voz preciosa. Al terminar la canción, después de la última pareja que dejaba sus ofrendas y saludaba al Papa, ha subido ella. Se ha puesto de rodillas y se ha agachado hasta el suelo buscando besar los pies del Santo Padre. El Papa se ha quedado asombrado. Al incorporarse la chica -mientras seguía de rodillas- su Santidad con mucho cariño le ha hecho la señal de la Cruz. Entonces ella se ha puesto a llorar como una Magdalena ante la sonrisa conmovida del Santo Padre. 

Luego se ha levantado y ha vuelto al coro hecha un mar de lágrimas. Ante la escena tan emocionante se ha oído un fuerte aplauso en la explanada. Seguro que conmigo a muchos que lo han podido ver se les ha formado un nudo en la garganta. Al terminar la ceremonia el Santo Padre se ha retirado ante los gritos, saludos y cánticos entusiasmados de la muchedumbre. Quizá por el número de los asistentes puedo decir que ha sido la más calurosa e impresionante acogida al Papa de estos días en Tierra Santa.

Después ha tenido una reunión con el nuevo Primer Ministro de Israel en el convento franciscano de Nazaret. Posteriormente otra reunión con los líderes religiosos de Galilea en el Auditorio de la Basílica de la Anunciación. El líder hebreo en un momento de su intervención entonó un cantó en latín, árabe y hebreo. Espontáneamente el Papa y los demás líderes se cogieron de las manos. El Santo Padre reía divertido ante el gesto simpático de unidad. Finalmente rezó las vísperas con los obispos, sacerdotes y religioso en la Iglesia grande que hay en la parte posterior de la Basílica.

Mañana antes de la despedida rezará en el Santo Sepulcro. Momento muy esperado por el Papa.

Santiago Quemada unsacerdoteentierrasanta.blogspot.com