Santa Misa en Belén

Santiago Quemada relata la jornada del día 13 en la que asistió a la Santa Misa en Belén.

Nos dijeron que había que levantarse prontísimo para cruzar el Check Point , pues si no sería imposible. También nos llegaba información de que a las 4.00 am ya empezarían a retirar cualquier coche que estuviera aparcado en la calle principal que lleva de Jerusalén a Belén.

Efectivamente, poco después de las 5.30 pasábamos por allí y había decenas de policías preparándose para actuar, y muchas gruas retirando coches. No tuvimos problemas para llegar a Belén. Lo hicimos a través del Check Point de Beit Jalla, con la intención de dejar los coches en el seminario y desplazarnos andando hasta la plaza al lado de la Basílica, donde tendría lugar la Santa Misa.

A veinte metros del Papa

Llegamos de los primeros, cuando todavía estaban montando los marcos de puerta para controlar objetos metálicos. Cuando llegué a la zona de sacerdotes sólo había unos pocos y me pude sentar en primera fila. A unos 20 metros se encontraba la sede que el Romano Pontífice ocuparía durante la ceremonia.

Nos empezó a preocupar un poco el que no llegara más gente y más sacerdotes. Parece que el motivo fue que sólo había una entrada y fue lentísimo hasta que pasó todo el mundo. Finalmente la plaza estaba a rebosar. Habría unas 3000 personas, al menos dentro del recinto. Probablemente desde las calles adyacentes lo seguían más personas.

Un ambiente festivo

El ambiente era distinto al de la Misa de ayer en Jerusalén. Mucho más festivo, y con un ambiente marcadamente local. Allí se encontraban los cristianos de territorios palestinos que no habían podido o podrían asistir a las otras Misas con el Papa. Había fieles de todas las parroquias palestinas, como Ramalla, Nablus, Taybe... Y había una pequeña representación de cristianos de Gaza, unos 50. Cuando el Papa los nombró y habló con mucho cariño de Gaza fue muy aplaudido.

Antes de que comenzara la ceremonia nos entregaron una gorras y unas bufandillas con los colores del Vaticano. Poco después -de parte de la autoridad palestina- nos regalaron también unas gorras y unas bufandillas con la bandera palestina y con el blanco y negro del kafiya típico.

El Papa estuvo antes de la Misa con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, y le dijo que la Santa Sede apoya el derecho de su pueblo a una patria soberana palestina.

Poco después el Santo Padre llegó a la plaza de la Natividad -ante el entusiasmo de la gente- en el Papa móvil. El vehículo entró dentro de la plaza y se detuvo en medio, delante del presbiterio. Gritábamos, aplaudíamos, y el Papa saludaba a todos lados muy afable. Bajó del papamóvil y se dirigió andando al lugar previsto para revestirse.

Mensaje del Papa en la homilía

La Santa Misa comenzó unos 10 minutos antes de la hora. Como el dia anterior el Patriarca comenzó con unas extensas palabras exponiendo la dura situación en que viven y pidiendo oraciones y ánimos al Santo Padre.

A mi modo de ver el Papa respondió con creces en la homilía, diciendo cosas muy concretas: sugiriendo ayuda internacional para mediar en el conflicto, pidiendo que se levante el embargo actual que pesa sobre la franja de Gaza, o cuando abogó por una mayor libertad de movimientos, entre otras cosas para permitir los contactos familiares. Pero sobre todo con sus palabras ha alentado y animado espiritualmente a la gente, que ha quedado encantada.

Después de la celebración el Santo Padre almorzará con los obispos de Tierra Santa y luego acudirá a rezar a la gruta de Natividad. Después visitará el hospital de Caridad para niños que hay en Belén y, posteriormente, un campo de refugiados palestinos que hay cerca de Belén.

Hay que seguir rezando mucho por el viaje del Papa. Si ya nosotros estamos agotados después de estos dos días, imaginamos lo tremendo que debe ser para su Santidad mantener ese ritmo de actos a su edad.

Santiago Quemada unsacerdoteentierrasanta.blogspot.com