Vida y venturas de un borrico de noria

Así se titula el nuevo libro sobre la vida de san Josemaría dirigido al público infantil. En ‘Vida y venturas de un borrico de noria... y su relojerico’, el ángel de la guarda del fundador del Opus Dei relata a los niños la historia de un chico que descubrió que para ser muy santo hay que ser... muy niño.

La editorial Palabra ha editado este volumen de tapas duras y con unas ilustraciones muy realistas. La autora Paulina Mönckeberg ha seleccionado 90 pequeños sucedidos de la vida de San Josemaría, la mayoría ocurridos en su infancia.

La imaginación de la autora enmarca con gran fidelidad las anécdotas que años más tarde el propio Fundador del Opus Dei relataría. En ellas, veía el sacerdote cómo Dios fue metiéndose en su vida poco a poco.

En su infancia poco hay de extraordinario: contó con el cariño de sus padres, algún que otro revés familiar, muchos amigos con los que compartir travesuras, etcétera. Y ahí estaba Dios presente, metiéndose en su vida con delicadeza hasta llegar a reclamarla por entero.

Nada extraño pide Dios, recordó el santo muchas veces. Él se hace presente en lo ordinario, en el día a día. Paulina Mönckeberg enseña al joven lector cómo san Josemaría fue cuidado por la Virgen desde pequeño; cómo sus padres le enseñaron a moderar su carácter y a tratar a Jesús con confianza; cómo apreció el valor de la confesión; y cómo supo ponerse a disposición de lo que Dios quisiera. Los niños que lean el cuento podrán descubrir a tratar a Jesús de la misma manera.

Jesús en la vida de los niños

El libro muestra algunas de sus ocurrencias de niño, que supo apreciar muchos años más tarde tras descubrir el valor de la infancia espiritual: el huevo frito que disfrutó como penitencia tras su primera confesión, su violenta reacción ante la muerte de sus hermanas, los villancicos que cantaba en Navidad, los cuentos “de la buena pipa” que le contaba la cocinera, el temor que sentía ante las visitas, etcétera.

Los dibujos a color son muy realistas e ilustran prácticamente todas las anécdotas que recoge el libro. Los textos, adaptados al público infantil, son breves, propios para leer a los niños uno cada día: el ángel de la guarda de san Josemaría, a quien él llamaba mi “relojerico” porque le pedía que le despertase por las mañanas cuando su despertador fallaba da el hilo conductor a la historia.

A modo de ejemplo, recogemos una de las historias que compone el libro:

Por dos dulces sí “Por aquel tiempo se estrenó en Barbastro el cinematógrafo, el cual se convirtió rápidamente en la atracción de todos los habitantes del pueblo. De la mano de la niñera, partía feliz a la función infantil y más de una vez fue con ellos el novio de la muchacha, un soldado de la guarnición de Barbastro.

Como aquello podía no agradar a doña Dolores, la chica ofrecía a Josemaría una golosina con el fin de guardar el secreto. Sin embargo, por un dulce Josemaría no se dejaba sobornar; pero si le ofrecían dos, entonces, sí.

-¡Fijaos si era fresco!-, recordaría después Josemaría.

Preocupado, el Relojerico miraba al Cielo. No recordaba qué había dicho San Miguel sobre estos casos. Pero, al ver la sonrisa de la Virgen y de doña Dolores, que siempre terminaba enterándose, el angelito volvía complacido su mirada a Josemaría, quien feliz saboreaba sus dos golosinas. "Vida y venturas de un borrico de noria... y su Relojerico". Ed. Palabra. Texto e ilustraciones: Paulina Mönckeberg, 2004