Un aniversario con mucha historia

Con motivo del 75 Aniversario del nombramiento de San Josemaría como Rector del Patronato de Santa Isabel, el día 9 de enero se celebró la Santa Misa y hubo un concierto de Navidad en la iglesia madrileña

El Real Patronato de Santa Isabel

El pasado mes de diciembre se cumplieron 75 años del nombramiento de San Josemaría Escrivá de Balaguer como Rector-administrador del Real Patronato de Santa Isabel, el 11 de diciembre de 1934, por Decreto del entonces Presidente de la República, D. Niceto Alcalá-Zamora. Desde 1931 San Josemaría desempeñaba el cargo de Capellán del Patronato de modo interino.

Con este motivo, D. Pedro Álvarez de Toledo y D. Ignacio Vaquero , Vicarios de la Prelatura del Opus Dei para Madrid han concelebrado la Eucaristía en la Iglesia de Santa Isabel. La celebración eucarística ha sido acompañada por el coro “El Trovar de los Afectos”, que posteriormente ha interpretado un concierto de Navidad.

El Real Patronato de Santa Isabel, está situado en las inmediaciones de la céntrica estación ferroviaria de Atocha y del antiguo Hospital General, hoy Museo Reina Sofía, donde San Josemaría, acompañado de un grupo de jóvenes estudiantes y profesionales, atendió espiritualmente a muchos enfermos .

Los terrenos que ocupa el convento de Santa Isabel habían sido parte de una casa de campo del secretario de Felipe II, el famoso Antonio Pérez. En dicha finca, una vez confiscados sus bienes por la Corona, se instaló en 1595 un colegio para niños y niñas pobres, huérfanos y desamparados. Y, en honor de la princesa Isabel Clara Eugenia, se llamó de Santa Isabel, reina de Hungría. A dicha finca se trasladó también, en 1610, el monasterio de Agustinas Recoletas de la Visitación de Nuestra Señora, fundado en Madrid por el San Alonso de Orozco en 1589. Las monjas agustinas ocuparon parte del colegio y se hicieron cargo de las niñas.

En 1931 aquellas dos instituciones —el Colegio de las Religiosas de la Asunción y el Convento de Agustinas Recoletas— formaban el Real Patronato de Santa Isabel.

Episodios de la vida de San Josemaría

El Patronato de Santa Isabel fue escenario de algunos episodios significativos de la vida de San Josemaría en Madrid . En la sacristía de la Iglesia de Santa Isabel San Josemaría redactó, un día de la novena de la Inmaculada de 1931, el librito titulado Santo Rosario , que fue editado en 1934, con intención de mostrar un modo de rezar y contemplar esta oración mariana. También en Santa Isabel redactó, entre otros escritos, parte de Consideraciones espirituales, que vieron la luz en 1934 y fueron un precedente de Camino .

Despacho parroquial de la iglesia de Santa Isabel

Fue también, probablemente al salir de Santa Isabel, cuando se posesionó de todo su ser la gozosa claridad de saberse hijo de Dios , manteniendo por largo rato una oración de unión y agradecimiento mientras caminaba por las calles. Esto sucedía el 22 de septiembre de 1931, según cuenta en sus Apuntes íntimos: Estuve considerando las bondades de Dios conmigo y, lleno de gozo interior, hubiera gritado por la calle, para que todo el mundo se enterara de mi agradecimiento filial: ¡Padre, Padre! Y —si no gritando— por lo bajo, anduve llamándole así (¡Padre!) muchas veces, seguro de agradarle.

Obras son amores

Rejas del convento donde San Josemaría donde entendó que Dios le decía, sin palabras: «obras son amores y no buenas razones».

El 16 de febrero de 1932 escribía en sus apuntes íntimos: Hoy, después de dar la sagrada Comunión a las monjas (de Santa Isabel), antes de la santa Misa, le dije a Jesús lo que tantas y tantas veces le digo de día y de noche: «Te amo» («dije 'te amo más que éstas'»). Inmediatamente, entendí sin palabras: «obras son amores y no buenas razones». Al momento vi con claridad lo poco generoso que soy, viniendo a mi memoria muchos detalles, insospechados, a los que no daba importancia, que me hicieron comprender con mucho relieve esa falta de generosidad mía. ¡Oh, Jesús! Ayúdame, para que tu borrico sea ampliamente generoso. ¡Obras, obras! Seguiré diciéndote muchas veces que te amo –¡cuántas te lo he dicho hoy!– pero, con tu gracia, será mi conducta, serán las pequeñeces de cada día, con elocuencia muda, las que clamen delante de ti, mostrándote mi Amor».

El Niño de San Josemaría

Allí cultivó una tierna devoción a una imagen del Niño Jesús del Monasterio de Santa Isabel , datada a finales del siglo XVII, como manifestación de su amor a la Humanidad de Cristo. Al salir de la clausura, en la portería, me han enseñado un Niño, que era un Sol. ¡No he visto Jesús más guapo! Encantador: lo desnudaron: está con los bracitos cruzados sobre el pecho y los ojos entreabiertos. Hermoso: me lo he comido a besos…, escribió en sus apuntes íntimos. Desde entonces se acercaba todas las semanas al torno del convento y la Madre Tornera le dejaba el chiquitín.

Niño Jesús del Monasterio de Santa Isabel, datado a finales del siglo XVII

Juan el lechero

En Santa Isabel se metía a primera hora en el confesionario, temprano, donde atendía a muchos fieles, entre otras personas, las primeras mujeres que se acercaron al Opus Dei. Y todas las mañanas, en medio de una confesión o de la lectura del breviario, oía abrirse violentamente la puerta de la iglesia y, a continuación, un estrépito de ruidos metálicos, seguido de un portazo. Curioso por saber de qué se trataba, porque no veía la puerta desde el confesionario, se apostó un día a la entrada de la iglesia. Al abrirse ruidosamente la puerta se dio de cara con un lechero, cargado con sus cántaras de reparto. Le preguntó qué hacía. — Yo, Padre, vengo cada mañana, abro [...] y le saludo: "Jesús, aquí está Juan el lechero". El capellán se quedó cortado, y se pasó aquel día repitiendo su jaculatoria: — Señor, aquí está este desgraciado, que no te sabe amar como Juan el lechero.

'Jesús, aquí está Juan el lechero'

Fuentes : “El Fundador del Opus Dei”. Tomo I. Andrés Vázquez de Prada. Ed. Rialp .