Roma acelera los preparativos

Entusiasmo y expectación en la Ciudad Eterna ante la canonización de Josemaría Escrivá. Los retos se agigantan por momentos. Artículo publicado en el diario ABC.

Roma aguarda a los peregrinos.

Roma se está preparando para acoger la canonización más internacional y más numerosa en la historia de la Ciudad Eterna. La experiencia del último Año Santo, el apoyo del Gobierno y la ayuda de millares de voluntarios permitirá superar el desafío pero, en la recta final, los retos parecen agigantarse por momentos.

En vista del tamaño creciente que está adquiriendo la cita del 6 de octubre, el Gobierno italiano ha declarado la canonización de Josemaría Escrivá de Balaguer «Gran Acontecimiento», lo cual otorga recursos extraordinarios para la seguridad pública, atención sanitaria, movilidad, protección civil y uso de infraestructuras. Los aeropuertos de Fiumicino y Ciampino, el puerto de Civitavecchia y las estaciones de tren han llegado al límite de su capacidad para atender a los peregrinos inscritos que, procedentes de 84 países, superan ya el cuarto de millón.

Problemas logísticos

Roma aguarda a los peregrinos.

A diferencia de la canonización del Padre Pio de Pietralcina -que tuvo lugar el pasado mes de junio-, en esta ocasión la gran mayoría de los peregrinos vienen de fuera de Italia y llegan casi al mismo tiempo, lo cual plantea un problema logístico sin precedentes. Como, además, siempre hay mucha gente que viaja por su cuenta, ya que las ceremonias con el Papa en la Plaza de San Pedro son abiertas, las autoridades están planificándolo todo para que Roma haga un buen papel ante un público mundial ya que, aparte de los peregrinos, la televisión retransmitirá la ceremonia del 6 de octubre a numerosos países.

Lo curioso es que, junto con el nerviosismo, se ha creado un clima de entusiasmo que tampoco tiene precedentes. El alcalde de la ciudad, Walter Veltroni, ha manifestado al Comite Organizador que «todo tiene que salir perfecto, y cada uno de los peregrinos tiene que sentirse a gusto en Roma». Muy probablemente se sentirán muy a gusto los 30 peregrinos rusos -católicos, ortodoxos y protestantes- que vienen en automóvil desde San Petersburgo, Moscú y Rostov porque les resulta el medio más barato.

En la Ciudad Eterna vivirán con familias romanas de la operación «Bienvenido a mi casa», que ofrecen camas gratuitamente en 950 domicilios con habitaciones libres. El número parece exiguo pero es significativo, puesto que no hay ningún centro del Opus Dei en Rusia. Sí los hay, en cambio, en el Congo, de donde vendrán 180 peregrinos a pesar de la situación de guerra y crisis que sufre el país. En su misa de acción de gracias, el 7 de octubre, rezarán especialmente por la paz.

Un encuentro internacional

Aunque, por nacionalidades, predominarán los italianos y los españoles, en Roma ha supuesto una grata sorpresa la inscripción de 5.000 peregrinos norteamericanos y, todavía mas, de 3.500 peruanos, puesto que el viaje trasatlántico supone un verdadero esfuerzo económico. De Filipinas han confirmado su asistencia 3.800 personas, entre las que se cuenta el peregrino de mas edad: el sacerdote Quirino Glorioso, de 99 años, al que sus feligreses han pagado el viaje porque, según explicó, «yo no he podido ir nunca a Roma y es el sueño de toda mi vida. Estoy contentísimo».

Al Comité Organizador le ha sorprendido también que el 40 por ciento de los peregrinos ya inscritos son jóvenes menores de 20 años, que se alojarán en campings, escuelas, gimnasios y parroquias. Según su portavoz, Marta Manzi, «algunos de estos chicos y chicas figuran entre los 1.850 voluntarios que ayudarán a la gente en los aeropuertos, las estaciones, los puntos de información en las calles, etc... trabajando codo a codo con la Protección Civil para volcarse con quienes tengan algún problema». El Hospital del Espiritu Santo, cercano a la Plaza de San Pedro, se encargará de atender a todos aquellos que necesiten ayuda médica (nada extraño en concentraciones de este tipo).

El «muelle del santo»

El puerto de Civitavecchia ha dado el nombre de San Josemaria Escrivá de Balaguer a uno de sus muelles para conmemorar el día mas activo de su historia, en el que se acogerá a 10.000 peregrinos que llegarán a bordo de 8 barcos -seis de Valencia, uno de Marsella y otro de Palermo- ocupando todo el espacio disponible en el puerto marítimo de Roma. En el puerto ya existen otros muelles dedicados a Bernini, Miguel Ángel, Marconi y Vespucio. Las autoridades han organizado una gran fiesta para celebrarlo, y un obispo francés del grupo de Marsella se ha ofrecido para tocar el piano.

El talento musical en la ceremonia estará asegurado por la participación de 1.300 personas en docenas de coros variadísimos, desde el de la catedral de Upsala, que viene al completo con sus 31 miembros, hasta el de los «Carabinieri» italianos, que rivalizará con el resto del mundo. El problema de los idiomas durante la ceremonia lo resolverá Radio Vaticana emitiendo la traducción simultánea en seis idiomas, incluido el español, que los peregrinos podrán escuchar en frecuencia modulada en cualquier radio normal.

Siguiendo la experiencia de las Jornadas Mundiales de la Juventud con el Papa, el Comité Organizador ha preparado para cada peregrino independiente o para cada familia, una mochila completa, pues contiene el misal de las ceremonias, con los cánticos; una breve biografia del nuevo santo en el propio idioma; planos de Roma plegables a dimensión bolsillo de camisa en los que figuran los puntos de cita, horarios, puntos de servicio y lugares relacionados con la vida de Escrivá de Balager; y tambien un sobre para donativos destinados al Proyecto «Harambee 2002», que financiará una docena de obras de ayuda social en el Africa subsahariana. Según Linda Corbi, coordinadora del proyecto, «Josemaría Escrivá era un santo con un gran sentido práctico. Por eso pedimos a los peregrinos que, en este momento de alegría, hagan un regalo a las personas en dificultad».

JUAN VICENTE BOO (ABC)