Prioridad en labores sociales

Con ocasión del aniversario de la canonización de san Josemaría, relato de algunas iniciativas sociales impulsadas en Costa Rica por miembros del Opus Dei y otros ciudadanos.

Al celebrarse el 2 de octubre un año más del nacimiento del Opus Dei y el segundo aniversario de la canonización de su fundador, San Josemaría Escrivá de Balaguer (6 de octubre), es valioso recordar algunas de las obras sociales que esta Prelatura lleva adelante en el país desde 1959 en beneficio de muchas comunidades de escasos recursos.

Por ejemplo, en el Instituto Femenino de Pavas (reconocido por el Ministerio de Educación Pública), se ofrecen programas de capacitación para las mujeres de esa localidad y sus alrededores. Comprenden talleres de costura, manualidades, computación e inglés, que les permiten contribuir a la economía familiar al tiempo que se les da formación humana en valores y principios cristianos. Por su parte, a las estudiantes del colegio (...) se les ofrece también formación humana, moral y profesional, con énfasis en el sentido de la responsabilidad y la superación personal. Aunque las jóvenes aportan una mensualidad (37% del costo real), los gastos son mucho más elevados, por lo que un Patronato se aboca a conseguir becas que permitan financiarlos.

Otra labor social es el Centro de Capacitación Profesional Guaitil, en Sabanilla de Montes de Oca. Su objetivo es la formación de muchachas a través de una visión global de la educación, en ámbitos como el profesional, humano, cultural, moral y social. Actualmente hay convenios con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y se ofrece a las estudiantes cursos de Alta Cocina.

El proyecto “Hogar Empresa” nació en 1980, y busca, entre otras cosas, dotar a la mujer con herramientas para que pueda hacer compatible la atención de su familia y hogar con otro trabajo profesional. Se lleva a cabo en la sede del Centro de Complementación Educativa Lari, en La Uruca.

En la misma línea de servicio social, el Instituto Profesional Femenino La Pradera (en Patio de Agua, Coronado) busca formar a mujeres de zonas rurales para que puedan desenvolverse en su propio campo de trabajo. Se han recibido alumnas de Upala, San Carlos, Sarapiquí, Puntarenas, etc. Se les ofrece el bachillerato convencional y al mismo tiempo se les prepara como Técnicas de Hotelería. Muchas de ellas están becadas. La Pradera también desarrolla cursos intensivos para mujeres de zonas rurales para que puedan crear pequeñas empresas.

El Proyecto Social de Dos Cercas de Desamparados, que incluye el trabajo del Centro Universitario Veragua con niñas de entre 7 y 12 años y sus madres, busca fortalecer aspectos como el desarrollo humano, rescatar en las familias los valores de la unión familiar y levantar el autoestima y los deseos de superación. Se han organizado clubes con actividades como: charlas de desarrollo humano, manualidades, cocina, visitas a los hogares y referencia de casos a las instituciones públicas.

Por citar una obra más, el Centro Universitario Miravalles, creado en 1960, permite que estudiantes universitarios, muchos de recursos económicos limitados, tengan un lugar donde vivir, estudiar y formarse mientras hacen su carrera. Una parte importante de los gastos es cubierta por un Patronato, que gestiona entre empresas los subsidios económicos necesarios. Muchos de estos universitarios sirven como voluntarios en actividades con niños y adolescentes en Pavas, donde desarrollan el proyecto “Familia, Salud y Deporte”, que incluye control médico, actividades deportivas y charlas de formación, entre otras. Su labor traspasa fronteras, pues también han colaborado en barrios pobres de Nicaragua.

Hace varias semanas, al Arzobispo Metropolitano Monseñor Hugo Barrantes agradeció públicamente la labor de la Prelatura y motivó a sus integrantes para que sigan impulsando la labor evangelizadora de la Iglesia llevando el mensaje de Cristo a todos lo ambientes.