El paralelismo de san Alonso de Orozco y el beato Josemaría

Ambos tienen mucho en común. Así lo explica el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, en su Carta Pastoral ‘Caminos de santidad’, que, con motivo de estas dos canonizaciones, ha escrito a los fieles madrileños. Artículo de Alfa y Omega.

San Alonso de Orozco

Tanto Alonso de Orozco como el beato Josemaría Escrivá de Balaguer vivieron en Madrid, recorrieron sus calles, atendieron a los pobres y necesitados de la ciudad y fundaron diversas instituciones al servicio de la Iglesia; tanto uno como otro se santificaron en las calles de Madrid. Por este motivo, el cardenal arzobispo de la capital española, don Antonio María Rouco Varela, ha escrito una carta pastoral -‘Caminos de santidad’- en la que explica a todos los fieles de la diócesis el paralelismo de estas dos vidas al servicio de Dios y de la Iglesia.

“La Iglesia particular de Madrid -escribe el cardenal-, ante estas canonizaciones, percibe también con gratitud la relación especial que le une con ambos presbíteros. Cada uno en su propio tiempo, y durante gran parte de su vida, ejerció el ministerio sacerdotal entre los madrileños: Orozco en el siglo XVI, recién establecida la capital de España, y Escrivá en el siglo XX. La vida de los dos nuevos santos -continúa- tiene además una nota común que les sitúa en un interesante paralelismo: les tocó vivir en su respectiva generación, el tiempo preparatorio de sendos concilios ecuménicos, el de Trento y el Vaticano II, y aplicar después en su ministerio sacerdotal la renovación eclesial proveniente de ellos”.

Además, ambos santos destacan por haber escrito varios libros de espiritualidad, que ejercieron y siguen ejerciendo gran influencia en toda la Iglesia universal. “Alonso de Orozco, entre sus muchas obras, escribió dos tratados -explica el Cardenal Rouco Varela-, hasta hace poco inéditos, sobre ‘Las tres vías para hallar la perfección del cristiano’, que recogen y desarrollan un esquema tradicional de enseñanza espiritual que va desde la purgación de los pecados a la unión con Dios”. A su vez, el libro más conocido de Josemaría Escrivá, ‘Camino’, ha sido editado en más de cuatro millones de ejemplares y traducido a más de cuarenta lenguas. Es un libro -dice el Cardenal- “con pensamientos y máximas redactados en estilo original y sugerente, para orientar el camino de la santidad a los fieles cristianos dentro de su propio estado, vocación y profesión”.

Asimismo, en esta carta pastoral, el Cardenal arzobispo de Madrid aprovecha para explicar qué es la santidad y cómo alcanzarla. “Los santos -afirma- fueron y se sintieron pecadores como nosotros, necesitados de la redención de Cristo; pero, al mismo tiempo, colaboraron heroicamente con la gracia de Dios para ser perfectos con la perfección de Dios. El paralelismo de estas dos vidas -asegura el Cardenal-, que en lo esencial coinciden con las de todos lo santos, nos revela que el secreto y fundamento de la santidad radica en el amor de Dios Padre, manifestado en Cristo, su Hijo, y en la continuada docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo. En uno y otro caso, su camino de santidad pasaba por ser contemplativo no sólo en la oración, sino también en la acción”.

Ahora, a las puertas del Sínodo diocesano de Madrid, “las canonizaciones de Orozco y Escrivá -concluye el cardenal Rouco Varela- son una gracia del Señor que nos regala como estímulo en nuestra peregrinación terrena. Pidamos, por su intercesión, para que la Iglesia diocesana sea siempre fiel al impulso del Espíritu en nuestro tiempo”.

Beato Josemaría

Josemaría Escrivá de Balaguer

Nación en Barbastro (Huesca) en 1902. Fue ordenado sacerdote de su diócesis en 1925. Se trasladó a Madrid en 1927, donde ejerció su ministerio en la iglesia del monasterio de la Visitación, uno de los fundados por san Alonso de Orozco. En 1928 recibió la inspiración de fundar el Opus Dei para ofrecer el camino de la santidad a personas de todo tipo y condición santificándose en su trabajo ordinario en medio del mundo. A partir de 1946 fijó su residencia en Roma. Escribió varios libros de espiritualidad. Murió en 1976. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en 1992. Será canonizado el próximo 6 de octubre.

Alonso de Orozco

Nació en Oropesa (Toledo) en 1500. Fue ordenado sacerdote en 1527, de la Orden de Frailes Ermitaños de San Agustín. El emperador Carlos V le nombró predicador real en 1554 y, desde entonces, su vida estuvo ligada a la Corte. Escribió más de ochenta obras, siendo uno de los primeros autores que hizo uso del castellano para escribir libros de espiritualidad. Visitaba a los pobres y necesitados y fundó tres conventos en Madrid. Murió en 1591. Fue beatificado por el Papa León XIII en 1882. Fue canonizado por Juan Pablo II el pasado 19 de mayo de 2002.

Alfa y Omega