Álvaros por el mundo

En España hay 138.495 personas que se llaman Álvaro. Al menos esas son las cifras oficiales que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos se remontan hasta la década de los años 30. Entonces, sólo 566 Álvaros se extendían por el país. En cerca de 80 años, el número de Álvaros en España ha crecido un 96,4 por ciento. Y los motivos de ese incremento son imposibles de demostrar.

Lanzamos la red, y nos encontramos las siguientes historias de Álvaros por el mundo...

Reportaje publicado en Mundo Cristiano.

Las cifras del INE demuestran que el auge de este nombre propio masculino empieza en los años 70. Casualmente, en esa década, en 1975, Álvaro del Portillo fue nombrado primer sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei. En los años 80, la tasa de Álvaros por España casi se duplica. Y la progresión sigue creciendo en los 90 y en los primeros años 2000. Las estadísticas particulares señalan que en los 90 Álvaro era el noveno nombre masculino más frecuente en España, y desde el 2000, es el séptimo. En 2013, Álvaro era el quinto nombre más común entre los hombres del país.

Sobre el significado del nombre, la gran mayoría de las fuentes consultadas señalan que Álvaro es un nombre masculino de origen germánico, derivado de "alwar", donde "all" significa "todo" y "wers" significa "prudencia", o de "warja", que significa "defensa o protección". Álvaro o Alvar será "Aquel que es todo prudente" o "Aquel que es el defensor de todos".

A Álvaro del Portillo, el origen de su nombre le cuadra sin calzador. Así lo avala su biografía, y así lo cuentan también algunos Álvaros de todo el mundo que se llaman así porque sus padres decidieron bautizarles con un homenaje al futuro beato español.

Lanzamos la red, y nos encontramos las siguientes historias de Álvaros por el mundo:

Un mexicano "igualado"

Álvaro Fuentes tiene 43 años y vive en México.
Álvaro Fuentes tiene 43 años y vive en México. Es profesor y dirige el Club Juvenil Arawaks, en Monterrey. Según cuenta, "mis padres decidieron ponerme Álvaro porque cuando vino don Álvaro con San Josemaría a México, mi mamá le pidió que le diera la bendición cuando estaba embarazada de mí". Quedaron, pues, unidos desde el vientre materno por una bendición de padre.

Las carambolas de la vida le ofrecieron la posibilidad de saludar varias veces a Mons. Del Portillo. Los recuerdos están frescos: "En una ocasión en Guadalajara, cuando yo tenía 12 años, después de que mi mamá le comentó que la bendición de 1970 no había funcionado, y le pidió que me la volviera a dar... Al despedirse de mí me dijo: "¡Adiós tocayo!", y yo le dije igual, por lo que mi mamá me dio un pellizco y me regaño por igualado"...

Un onubense sano "como una pera"

Álvaro Gutiérrez de San Miguel de Paz tiene 11 años y vive en La Rábida (Huelva)
Álvaro Gutiérrez de San Miguel de Paz tiene 11 años y vive en La Rábida (Huelva). Es el cuarto de cinco hermanos. Su historia, como la de muchos álvaros, tiene detrás la historia de un favor del sucesor de san Josemaría.

Así narra los orígenes de la elección de su nombre: "A mi madre, María José, la operaron de cáncer de tiroides en el año 2000. Unos meses después le dieron un tratamiento de yodo radiactivo y al año siguiente le dieron una nueva dosis. Como este tratamiento tiene muchos efectos secundarios y puede provocar malformaciones en el feto, le dijeron a mi madre que no debía tener niños hasta un año después. Sin embargo, a los dos meses mamá estaba embarazada de mí. Al principio, mis padres estaban un poco asustados por todo lo que los médicos les decían. Entonces decidieron encomendarme a don Álvaro del Portillo con el propósito de ponerme su nombre si llegaba a nacer. Y el 4 de diciembre de 2002, con dos semanas de adelanto, nací yo... y gracias a la intercesión de D Álvaro ante Dios, sano como una pera.... Si Dios quiere, el 27 de Septiembre estaremos toda la familia en Madrid en su beatificación".

Modelo de fidelidad

Álvaro Prian tiene 18 años y estudia Realización de Audiovisuales en la Universidad Católica de Murcia.
Álvaro Prian tiene 18 años y estudia Realización de Audiovisuales en la Universidad Católica de Murcia. Y tiene muy claro el por qué de la elección de sus padres: "Mis padres me pusieron Álvaro por don Álvaro por el tema de la fidelidad a san Josemaría". Desde entonces -o al menos desde que tiene uso de razón- ha recibido del futuro beato favores "del día a día en los estudios y cosas en las que le pido ayuda, en más de una ocasión oigo que me responde con sencillos actos de amor".

Para él, Mons. del Portillo es, sobre todo, "un ejemplo a seguir por su fidelidad".

Un cordón de unión a don Álvaro

En Tucumán, Argentina, nos encontramos con Álvaro Javier María Minchilli. Ha cumplido 17 años. Es huérfano de padre y de madre, y tiene cuatro hermanos. "Mis padres eran del Opus Dei antes de que yo llegara a este mundo. Cuando nací, me presenté con el cordón umbilical atado en el cuello y eso me obstruía una alimentación adecuada. Entonces mis padres empezaron a rezar a Álvaro -así de confiadamente le llama- y desde entonces llevo su nombre".

Álvaro Javier María Minchilli

Un nombre, un empleo

Álvaro Palma Lerones es el más joven de esta saga elegida al tun-tun. Vive en Jaén y tiene 22 meses.

Álvaro Palma Lerones
En esta ocasión, el que narra los prolegómenos de su biografía es su padre. Y dice: "Mi quinto hijo Álvaro se llama así por don Álvaro. El día que mi mujer estaba dando a luz de Álvaro, yo estaba en el INEM (Instituto Nacional de Empleo) haciendo cola para solicitar el subsidio por desempleo. Me había quedado en paro después de 12 años trabajando como ingeniero. Nos encomendamos a don Álvaro porque realmente necesitábamos ayuda, ya que mi mujer también quedó en paro poco después. Pero a los seis meses me ofrecieron trabajar en un colegio como profesor, del que otros seis meses después me hicieron director".

Un beso en la frente

Álvaro José Camacho Sotela nació en Guatemala, pero vive en Costa Rica. Tiene 30 años y es administrador de un centro de acopio. Sus raíces nominales las cuenta así: "Según mi mamá, la historia de mi nombre arranca a los pocos días de nacer. Por esas fechas, don Álvaro llegó a Guatemala y mis papás fueron a estar con él en una tertulia. Al final, mi mamá se acercó a don Álvaro y le dijo: "Él se va a llamar Álvaro José por usted.." y él contesto: "yo me llamo Álvaro Mariano". Sonrió y me dio un beso en la frente".

Álvaro José Camacho Sotela nació en Guatemala, pero vive en Costa Rica.

Un encuentro en Tajamar

Álvaro Molina León es licenciado en Derecho y en Magisterio, especialista en Lengua Extranjera.
Álvaro Molina León es licenciado en Derecho y en Magisterio, especialista en Lengua Extranjera. Madrileño, criado en Sevilla, y residente en Huelva.

Según él, "mi madre me puso Álvaro por devoción a D. Álvaro del Portillo y llevo treinta años esperando para poder cambiar el día de mi celebración real de santo...

Tengo la suerte de haber recibido una carta de D. Álvaro el día de mi nacimiento, que conservan mis padres como uno de sus mejores tesoros. También hay filmada una tertulia multitudinaria en el Colegio Tajamar, en Madrid, en la que, teniendo yo dos meses, mi madre le dice a don Álvaro que acababa de nacer su undécimo hijo y que se llamaba Álvaro. Don Álvaro, con sentido del humor y muchos reflejos, le preguntó si se lo había puesto por él, y mi madre le dijo, que por supuesto que sí".

El regalo de otro hijo

Álvaro Rodríguez Puerta tiene 13 años y vive en Madrid.
Álvaro Rodríguez Puerta tiene 13 años y vive en Madrid. La elección de su nombre fue un ajuste de acción de gracias: "Mi madre le había pedido a don Álvaro tener un hijo, es decir, yo. Porque entre yo y el hermano que me precede iban 11 años". Para él, don Álvaro es "un sacerdote que sirvió muy bien a la Iglesia, que fue muy fiel al espíritu del Opus Dei, un buen hijo de san Josemaría, y buen hermano y buen padre de todos los que vendrían después".

Las historias de estos Álvaros es parecida a las de Álvaro Valdez, Álvaro Galindo, Álvaro Ruy-Pérez, Álvaro González, Álvaro Plasencia, Álvaro Luque... Y bastantes de los 139.423 Álvaros registrados en la última remesa del INE... Llamar Álvaro, para muchos padres, ha sido la mejor muestra de cariño, de agradecimiento, y de petición de intercesión que han podido mostrar. En el nombre iba el interés por que la biografía de sus hijos estuviera siempre pegada al "ejemplo precioso de vida"-como ha dicho el Papa Francisco- de Álvaro del Portillo.

Yo me llamo Álvaro por don Álvaro

Este sencillo reportaje tiene un detonante. El pasado 19 de febrero, la página web del Opus Dei en España publicó un divertido vídeo en el que 22 niños que se llaman Álvaro por Mons. Del Portillo contaban sus historias animadas. Las jóvenes generaciones de españoles también optan por Álvaro, y por lo que se aprecia en esta pieza audiovisual, lo llevan muy a gala.

Álvaro Sánchez León

Mundo Cristiano