Las relaciones personales del Fundador del Opus Dei con los poderes establecidos

Capítulo de "El Fundador del Opus Dei y su actitud ante el poder establecido"

En alguna ocasión Josemaría Escrivá evocó, con dolorosa ironía, la publicidad involuntaria que le dieron a la Obra las sucesivas oleadas de calumnias que tuvo que sufrir durante años.“Nos han tratado a patadas –decía- ; por eso nos hemos esparcido”.

Se comportó siempre -en las circunstancias más diversas y en los contextos culturales y políticos más variados- como un sacerdote que vivía sólo para sacar adelante la fundación que Dios le había encomendado. Esa fue su norma de conducta durante los años difíciles de la II República Española, en medio de las peripecias dolorosas de la guerra civil, durante el escaso tiempo que vivió en la España de la postguerra y a lo largo de su vida entera. Sabía bien que el Opus Dei no era fruto de aquellas circunstancias y que su identidad no iba a cambiar en función de ellas. Mantuvo sus criterios y su propia línea de conducta, al igual que los que le seguían, en la época dura de la persecución religiosa y cuando el Régimen que siguió a la guerra dictó medidas favorables para la Iglesia.

Como dato anecdótico, hay que señalar que el 11 de diciembre de 1934 fue nombrado Rector de Santa Isabel, un Patronato de origen regio, por el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, bajo cuya tutela había quedado aquel Patronato tras el exilio del rey.

    François Gondrand