Plaza de Cascorro

Recorrido histórico de los lugares relacionados con la fundación del Opus Dei en Madrid.

Al término de la calle de la Encomienda el paseante tuerce a la derecha y se dirige a la vecina Plaza de Cascorro.

Esta Plaza es una de las más populares de Madrid. Aquí se instala el Rastro, mercado de compra y venta de los objetos más inverosímiles. En la Plaza de Cascorro está el monumento a los Héroes de Cascorro, localidad cercana a Camagüey (Cuba).

En él se alza la estatua de Eloy Gonzalo, obra de Aniceto Marinas, al que se representa con un fusil y una lata de petróleo en la mano, con el que combatió la posición contraria. Lograron recuperar su cadáver gracias a la cuerda que se ató al cuerpo.

Como tantos vecinos de Madrid, san Josemaría recorrió las tiendas del Rastro, buscando muebles a un precio asequible para los primeros centros del Opus Dei.

D. Alejandro Guzmán

Cuenta Vázquez de Prada esta anécdota de san Josemaría:

"Un día, visitando a los enfermos de las listas que le daban en el Patronato, le avisaron que un joven tuberculoso esperaba la muerte en un burdel, donde residía una hermana suya, prostituta.

Le tocó en lo vivo el riesgo de condenación de aquella alma, y pidió y obtuvo permiso del Vicario General para confesar al moribundo y administrarle los últimos sacramentos.

Fue a visitar al enfermo, junto con don Alejandro Guzmán, un cristiano caballero entrado en años, de aspecto grave, barba recortada y capa madrileña.

Obtuvo de la regente de la casa la promesa de que el día en que trajese el Viático no se ofendería al Señor en aquel burdel. Y el día fijado, con don Alejandro como acólito, llevó el Santísimo al tuberculoso".

Se ignora donde tuvo lugar este suceso. Don Alejandro Guzmán era un caballero conocido en Madrid por su vida respetable y virtuosa. Esta es una fotografía de sus años de juventud. En los años 30, cuando colaboraba con san Josemaría su aspecto estaba más avejentado, pero conservaba su señorío natural.