El Hotel Sabadell

"La fundación del Opus Dei". Libro escrito por John F. Coverdale, en el que narra la historia del Opus Dei hasta 1943.

Hacia el mes de marzo la necesidad de mayor intimidad ya era imperiosa. Escrivá recibía muchas visitas, de dentro y fuera de Burgos. Además, el número de miembros de la Obra en la ciudad estaba creciendo. El primero en trasladarse fue Botella. Escrivá sugirió al general Orgaz que Botella, con la licenciatura de Exactas casi terminada, podría serle útil en Burgos. El general lo reclamó para el gabinete de cifra que él dirigía. El 23 de enero de 1938, Botella se reunió con Escrivá y Albareda en la pensión en la que se alojaban.

Casciaro no consiguió el traslado a Burgos hasta marzo. Al principio intentó, sin éxito, usar sus contactos familiares. Cuando cayó enfermo en Pamplona, Escrivá fue a visitarle. Mientras hablaban en la habitación de Casciaro, se presentó un soldado para decirle que todos los permisos se habían cancelado y que debía presentarse inmediatamente en el cuartel. Se extendió por Pamplona el rumor de que, debido a las bajas nacionales en Teruel, las tropas de Pamplona serían enviadas inmediatamente al frente. Escrivá se preocupó, pero dio a Casciaro su bendición y le aseguró que rezaría a la Virgen María y que todo se resolvería. Cuando terminó el confinamiento en las compañías, alrededor de la medianoche, y Casciaro volvió a su habitación, Escrivá estaba todavía esperándole: “Me recibió con el cariño con el que un padre recibe a su hijo superviviente de un gran peligro. Su amor de Padre –su corazón de padre y de madre- me emocionó, y juntos rezamos una Salve de acción de gracias a Nuestra Señora” [1] .

Escrivá regresó a Burgos resuelto a hacer todo lo posible para lograr que destinaran a Casciaro allí. Cuando se enteró de que quedaba otro puesto libre a las órdenes de Orgaz, escribió al general. El 8 de marzo de 1938 Casciaro fue transferido a Burgos y se unió a los otros en la pensión.

Como no conseguían un piso, a finales de marzo decidieron alquilar una habitación en la segunda planta del Hotel Sabadell. Para dar a la desnuda y poco atractiva habitación un aire más acogedor y hogareño, decoraron las paredes con mapas de varias regiones de España y colgaron banderines de fieltro con las palabras DYA y Rialp bordadas en ellos. Casciaro los diseñó al estilo de los usados por los equipos deportivos de las universidades españolas, y los cosieron algunas chicas que Escrivá conoció por la madre de Rodriguez Casado. Unos primos de Albareda, que trabajaban en una galería de arte, proporcionaron un crucifijo y una imagen de la Virgen. En 1948 esta imagen acompañaría a los primeros miembros del Opus Dei que fueron a los Estados Unidos. Hoy se encuentra en el cuarto de estar de un centro del Opus Dei en Chicago.

Esta habitación del Hotel Sabadell sería el centro del Opus Dei durante los siguientes nueve meses. La parte principal medía unos cinco metros de largo, tenía tres chirriantes camas de hierro para Albareda, Botella y Casciaro, un pequeño armario, una mesa diminuta y dos sillas. Junto a la puerta, separada del resto del cuarto por una cortina blanca, había una alcoba sin ventanas, de ocho metros cuadrados, con la cama de Escrivá, una mesilla de noche y un lavabo. Al fondo, un balcón con mirador, donde Escrivá solía recibir a las visitas. Para lograr algo de intimidad, cerraba las contraventanas y el resto de la habitación se quedaba a oscuras, obligando a los que estaban en la parte de dentro a encender la luz. Cuando eso ocurría, Botella susurraba en broma a Casciaro: “Buenas noches”.

[1] AGP P03 1983 p. 450