La pediatra vallisoletana María José Soga expuso en el Colegio Mayor Peñafiel el espíritu de ayuda a los más desfavorecidos que late en el pensamiento del fundador del Opus Dei, con motivo de la presentación del IIT de Lagos (Nigeria), institución con la que el Colegio Mayor Peñafiel colabora desde el año 2002.
El IIT ha sido creado por la Fundación de Desarrollo Africano (FDA), promovida por miembros del Opus Dei y cooperadores nigerianos. Es una iniciativa que surgió hace un año, inspirada en la preocupación que tenía el fundador del Opus Dei por los más necesitados.
Está situado en una zona con una tasa de paro del 60 por ciento, y se ocupa de facilitar educación a jóvenes de familias pobres con edades comprendidas entre los 16 y los 20 años.
El IIT se suma a otras labores sociales que promueven en Nigeria miembros, cooperadores y amigos del Opus Dei, como Iroto Rural Development Centre o el Níger Hospital en Enugu.
La doctora Soga explicó las necesidades económicas del IIT y pidió la colaboración a través de becas de estudio. La escolaridad de un alumno cuesta 720 euros (unas 120.000 pesetas) y las becas pueden hacerse llegar a través de la ONG ONAY o del Colegio Mayor Peñafiel ( https://www.cmpenafiel.org/ ).
“El mensaje de San Josemaría –dijo la doctora- nos convoca para darnos a los demás con alegría en nuestras circunstancias habituales. No siempre es fácil, ni siempre lo hacemos bien, pero no es ocioso que alguien nos diga que el trabajo de cada cristiano no es sólo el medio necesario para garantizar el sostenimiento individual y familiar, ni simplemente una forma de realización personal. Es mucho más que eso: es un lugar de encuentro personal con Dios y un modo de servir a los demás. El trabajo se transforma así en un servicio abnegado, que no envilece, sino que educa; que agranda el corazón y lleva a buscar la libertad, el bien y el honor de cada persona y de cada país.
Decía San Josemaría que el corazón de todo cristiano debe latir con la ilusión de 'que cada día haya menos pobres, menos ignorantes, menos desesperados, menos guerras, menos inseguridad, más caridad y más paz'. Con esta perspectiva todo trabajo, adquiere un valor importante como motor de progreso y desarrollo. Es una perspectiva profesional que continúa con la fecunda tradición de solidaridad del cristianismo, con veintiún siglos de tradición ”.
La doctora Soga, casada y madre de una hija, es pediatra y Jefe de sección de la Unidad de Neonatología del Hospital Río Hortega de Valladolid. Además de su actividad profesional, es miembro asesor de la ONG Network Girl , que centra sus esfuerzos en la infancia. En 1995 el Ayuntamiento de Valladolid le concedió el Premio Rigoberta Menchú por sus trabajos y actividades en defensa de la mujer. Ha presentado informes en las Conferencias internacionales sobre la mujer (Pekín) y la infancia (Estocolmo).
25º aniversario del Colegio Mayor Peñafiel