Fonteboa: una escuela que deja poso

Luis García, trabaja desde hace más de veinte años en la Escuela Familiar Agraria Fonteboa, en Galicia.

«El profesor debe conocer a cada alumno y sus circunstancias»

Luis Garcia, director de Fonteboa

El modelo educativo de Fonteboa es uno de los más apreciados en la Costa da Morte y del centro han salido los agricultores y ganaderos mejor formados de la zona.

La Voz de Galicia // Cristina Viu

El Centro de Promoción Rural EFA Fonteboa lleva más de 30 años en funcionamiento y sigue siendo uno de los referentes educativos de la Costa da Morte. Son muchos los padres que recurren a este modelo, que prima la atención personalizada y la relación con la familia, sobre todo en unos momentos en los que la violencia juvenil preocupa a muchos progenitores. Luis García lleva muchos años al frente de un proyecto formativo abierto a muchos frentes y que consigue que los ex alumnos no se desliguen de la institución.

¿Qué tiene de especial el centro?

Es un proyecto educativo interesante para estos municipios porque forma a jóvenes que después se incorporan al mundo laboral en su zona. Eso es importante por la necesidad de fijar población en la zona rural. Creemos que toda labor educativa tiene que ir contextualizada en su medio y tenemos muy claro que no sólo se trata de instruir a una persona, sino que hay que educarla. En la secundaria ofrecemos formación de base y orientación profesional. Ponemos a los chicos en disposición de emprender, porque son emprendedores lo que necesita la zona. Esa capacidad se ha de desarrollar desde primero.

¿Cómo cambiaron las cosas desde que empezaron?

En 32 años, el medio rural se ha modificado bastante, sobre todo en los últimos tiempos. Ahora la agricultura tiene muchos retos y necesitamos buscar referentes. El labrador tiene un papel fundamental como gestor del territorio y ahora hay que enseñar más empresa que técnica, que era lo que enseñábamos en los años 80. Ahora desde la secundaria tenemos que abrir expectativas y orientar. La educación es premisa del desarrollo y un centro de formación debe promover el desarrollo facilitando la educación.

¿El desarrollo ya no es el mismo de antes?

En las zonas rurales era el ABC, que son aceras, brocales y carreteras. En el siglo XXI tenemos que dedicarnos a la DEF. Se trata de dedicar y poner en activo una concepción más global que las meras infraestructuras. Para el desarrollo hay que ocuparse del empleo y la formación. El activo más importante de un territorio son las personas y, por lo tanto, su formación.

Efa Fonteboa

¿Por qué elige un padre el centro que usted dirige?

Según lo que me han dicho unos de los motivos principales son la tranquilidad y atención. Hay una estrecha comunicación e implicación con los padres. Los chicos están con nosotros desde las nueve de la mañana y las ocho de la tarde y los resultados están a la vista. No se trata sólo de asistir a unas clases, sino que la propia dinámica tiene carácter educativo. Se trata de dar una formación integrada de la persona. Además de las actividades académicas se les enseña a comportarse, a saber estar.

Debe ser difícil, porque cogen a los chavales en lo peor, en la adolescencia.

En la educación hay que dedicar mucho tiempo a hablar. El profesor debe conocer a cada alumno y sus circunstancias, ha de hablar con los padres y velar por la integración del chico en el grupo escolar. El maestro tiene que desarrollar un clima de confianza, que no de confianzas, porque siempre debe existir del respeto mutuo. Hace poco que me decía una madre que agradecía que aquí no se humillaba a nadie y lo decía porque el chico era algo apocado y había salido adelante, estaba trabajando y le había ido bien. La labor más importante de la educación es sacar lo mejor de nosotros mismos.

Los padres deben tener libertad para elegir el modelo que mejor consideran. Un centro como este es un lujo en la Costa da Morte.

Alumnos de Fonteboa visitan una granja en Francia

Tenemos lo mejor del ambiente urbano y todo lo que puede ofrecer un centro privado, pero nosotros no hacemos como en A Coruña. No buscamos la excelencia académica sino de la persona. Se trata de formar al profesional en el medio y para eso ponemos todos nuestros esfuerzos. Es muy importante contar mucho con los padres. Son ellos los primeros educadores y han de asumir esa responsabilidad. Los maestros debemos colaborar con ellos porque no hay que olvidar que los chicos están en una etapa difícil y la orientación es fundamental. Un centro de formación no puede limitarse a la expedición de títulos sino que deben pedírseles cuentas de cómo influye en el desarrollo económico y social de la zona.

Muchos de sus ex alumnos son pioneros en materia de agricultura

Nosotros nos definimos como un centro rural. Procedemos de las Maisons Familiares de Francia y de allí viene la idea de que hay que formar a los profesionales en su propio medio porque así se contribuye al desarrollo económico y social. Los antiguos alumnos no se desvinculan del centro y los profesionales de la zona participan en programas de formación continua. Así podemos tener un alumno cuya madre esté en la asociación Adama y que su padre forma parte de los Geda o que haga analíticas de sus terrenos en el laboratorio agrario. Se trata de tocar todas las teclas en nuestro segmento de actividad. Si nosotros hiciéramos lo mismo que el colegio Xosé Pichel de Coristanco no tendríamos ningún sentido.

¿Necesitan ayuda para todo ello?

Es fundamental la colaboración institucional. Tenemos acuerdos con la Consellería de Educación a través de los conciertos. Además estamos con la Consellería de Traballo porque estamos homologados para la formación ocupacional en las ramas de horticultura, jardinería y formación en nuevas tecnologías. Asimismo tenemos acuerdos con la Consellería de Industria e Innovación a través del programa informático para explotaciones ganaderas y con Medio Rural porque creamos una agrupación de defensa forestal e impartimos cursos. También participamos en programa europeos como el Equal o Interreg.

Un alumno de la Efa Fonteboa

¿Por qué están tan interesados en la secundaria?

Porque en educación los problemas se atajan llegando a tiempo. Las dificultades o los malos comportamientos no comienzan de un día para otro, sino que se desarrollan con el tiempo. La educación es un proceso y hay que estar siempre encima. Se trata de que el colegio sea una prolongación de la familia y para eso tenemos que coger a los chicos cuando plantean más problemas.

Sé que han resuelto comportamientos que eran complicados

Hacemos lo que podemos y procuramos lo mejor para todas las partes. A veces hay que hablar con los chicos y otras ponerles límites, por eso es tan importante la atención personalizada.