Un favor con las primeras estampas del Beato Álvaro

Uno de los alumnos de Adrián sufría fuertes dolores de cabeza a causa de un tumor cerebral.

Foto: Ismael Martínez Sánchez

A principios de año (2015), muy recientemente beatificado don Álvaro, me llevo la triste noticia que a uno de los chicos que le daba clases particulares de manera esporádica le habían detectado un tumorcillo cerebral y la familia estaba destrozada.

El chico sufría fuertes dolores de cabeza en un periodo relativamente corto de tiempo donde se dieron cuenta de lo que tenía. La madre. que es por lo que la conozco, era la dependienta de la papelería de detrás de mi casa y el día que me lo contó iba yo de camino al Colegio Sagrado Corazón de Jesús a dar unas catequesis de primera comunión.

Al volver -recuerdo llevar en mi carpeta las recientes estampas nuevas de don Álvaro en las que ya aparecía como beato-, en la parada del autobús, decido acercarme a la papelería y darle una estampa. No pude darsela en mano porque tenía la tienda abarrotada pero se la dejé en el mostrador y le escribí un mensaje diciéndole que la rezara que se solucionaría todo que yo también lo haría.

Y así hicimos, ella rezó y yo también y, aunque a día de hoy el tumor no le ha desaparecido, los dolores de cabezas han cesado y los médicos han dicho que el tumor se ha quedado "ahí quieto" y que le harán revisiones para tenerlo controlado, pero que si sigue así no hay nada que temer: solo controlarlo. El chico tiene unos 13 años.

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