Tener un amigo santo

El beato Josemaría dejó su huella en millares de personas. Muchos cardenales, obispos, y religiosos lo consideraban su mejor amigo. Tras la marcha al cielo del Fundador del Opus Dei, dejaron por escrito el testimonio de esa amistad. Ahora se han recogido estos recuerdos en un libro titulado "Tener un amigo santo".

Diferentes personalidades del mundo eclesiástico redactaron sus recuerdos en los meses siguientes al fallecimiento del fundador del Opus Dei, en previsión de la Apertura de su Proceso de Beatificación y Canonización.

En el acto de presentación del libro, celebrado a finales de octubre en la Biblioteca Ambrosiana de Milán, el editor Cesare Cavalleri, tomó la palabra en primer lugar. Recordó, ante trescientas personas, los estrechos vínculos de afecto que unieron en vida al beato Josemaría con el beato Idelfonso Schuster, antiguo cardenal arzobispo de Milán. El cardenal Schuster ayudó personalmente en los comienzos del apostolado del Opus Dei en esa ciudad.

Intervino a continuación el vicario episcopal de Milán, el obispo Mons. Erminio De Scalzi, que citó párrafos significativos de diversos testimonios. Afirmó que había encontrado en el libro un "hilo conductor en la personalidad espiritual del beato Escrivá: una capacidad, que proviene sin duda de una gracia particular de Dios, para mostrar el perfil de la santidad de un modo exigente y sin concesiones; y al mismo tiempo, de forma amable y atrayente".

Mons. De Scalzi recordó a los asistentes la fe en la Iglesia que animaba y sustentaba el beato Josemaría, y destacó su vigorosa llamada hacia la búsqueda de la santidad personal, sostenido en la certeza de que la "radicalidad en el seguimiento de Cristo es la fuente de la felicidad y la fecundidad".

Cerró el Acto Mons. Flavio Capucci, Postulador de la Causa de Canonización del beato Josemaría, que fue encuadrando los diversos testimonios que recoge el libro en el recorrido histórico de su Proceso de Beatificación.

Capucci puso de manifiesto en su intervención su profundo y riguroso conocimiento de los comienzos y del desarrollo del Opus Dei, y subrayó el hecho de que, durante los años 1939-1945, cuando España salía de una sangrienta guerra civil, numerosos obispos españoles pidieran al beato Josemaría que predicara ejercicios espirituales para el clero de sus respectivas diócesis. La predicación y la acción apostólica del beato Escrivá contribuyó a la reconstrucción espiritual de esas diócesis y a su tarea evangelizadora y pastoral.

El Postulador hizo hincapié en este punto concreto: hay que contemplar toda la vida del beato Josemaría y de la actividad apostólica del Opus Dei, desde una perspectiva de servicio a la Iglesia. "Servir a la Iglesia fue el objetivo fundamental del beato Josemaría y del Opus Dei. Al comprobar esta realidad, nace un propósito vivo y sincero: imitarlo en su forma de amar la unidad de la Iglesia, en la inmensa variedad de sus manifestaciones".

El libro un "tener un amigo santo" se publicó en España con el título "Un hombre de Dios" (Ed. Palabra)