Santos sacerdotes para el tercer milenio

"Sacerdotes para el tercer milenio", ha sido el título de la IV edición de los 'Diálogos de Teología', donde sacerdotes y teólogos han profundizado en este ministerio a la luz de la vida y los escritos del beato Josemaría Escrivá.

Almudí, Tabarca, Esyre y Calar son las Bibliotecas Sacerdotales -organizaciones para el encuentro y el diálogo entre sacerdotes creadas en diferentes ciudades- que han organizado seis mesas redondas sobre el ministerio sacerdotal, siguiendo las enseñanzas del Fundador del Opus Dei. Las sesiones han tenido lugar en Valencia, Alicante, Murcia y Albacete.

Desde febrero a abril, han intervenido: Mons. Fernando Sáenz Lacalle, arzobispo de San Salvador; Mons. Agustín García-Gasco, arzobispo de Valencia; Mons. Manuel Ureña, obispo de Cartagena; Mons. Jesús García Burillo, obispo auxiliar de Orihuela-Alicante; además de conocidos teólogos de distintas facultades eclesiásticas. Ofrecemos una síntesis de las intervenciones.

Mons. Jesús García Burillo habló de la insistencia del beato Josemaría en que los fieles lleguen a poseer "una conciencia bien formada, para saber lo que se debe y lo que no se debe creer, lo que se debe y lo que no se deber hacer".

El profesor Pedro Rodríguez habló de las relaciones entre sacerdocio común y sacerdocio ministerial fundándose en la doctrina del último concilio y subrayando las luces particulares que aportó el Fundador del Opus Dei. "Si algo ha quedado claro, es que el ministerio sacerdotal existe no para sí mismo, sino para la formación de la comunidad cristiana hasta hacerla capaz de irradiar ella misma la fe y el amor en la sociedad civil. En este contexto adquiere toda su fuerza el título de aquél que, por institución divina, preside y aúna todo el 'ministerio' eclesiástico: Siervo de los siervos de Dios".

Cien por cien

Mons. Fernando Sáenz Lacalle, Arzobispo de San Salvador explicó que Josemaría Escrivá "fue un sacerdote cien por cien". Recordó que "un par de horas antes de morir, en su última catequesis dirigida a un grupo de mujeres, les aseguró que ellas tienen alma sacerdotal".

José Orlandis, catedrático emérito de Historia del Derecho, expuso una semblanza sacerdotal del beato Josemaría sobre la base de sus encuentros personales con él que comenzaron en el año 1939 en Valencia, a la salida de la catedral, y que cambiaron su vida.

Almas de oración

Mons. Agustín García-Gasco glosó los componentes de una auténtica vida sacerdotal, para que el sacerdote sea un fiel testigo del Espíritu. Subrayó la necesidad de basar el servicio a las almas en la oración y la práctica sacramental. Recordando la estancia del beato Josemaría en la ciudad de Valencia, en los primeros años 40, se preguntaba: "¿Qué hizo aquí el Beato Josemaría? Procurar que los que se acercaban a su lado llegaran a ser almas de oración. ¿Cómo? A través de un testimonio de oración y de un empeño por identificarse con Dios y con su voluntad en todo momento".

A partir de su propia experiencia pastoral, manifestó la necesidad de "formar a los laicos para que ellos lleguen donde no llega el presbítero, como es el propio ambiente de trabajo". El Arzobispo de Valencia compartió mesa con José Luis Illanes, profesor de Teología de la Universidad de Navarra quien trató sobre la unidad de vida en la persona humana y en el sacerdote. Explicó que "el ser humano está llamado a vivir en plenitud, integrándose en el designio divino para cada hombre".

Mons. Manuel Ureña ofreció una interesante visión de la fraternidad sacerdotal en el marco de la comunión eclesial y puso de relieve los tres niveles de comunión: el humano, el cristiano y el sacerdotal

'Orgullo' de sacerdote

El profesor Francisco Lucas Mateo Seco, de la Universidad de Navarra, trató de una de las expresiones de la fraternidad sacerdotal: la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz . Señaló cómo el beato Josemaría transmitía su "orgullo" de ser sacerdote, y vivía su ministerio marcado por el carácter del "servicio".

Mateo-Seco terminó con unas palabras del beato que, según dijo, le han ayudado en el desarrollo de su labor pastoral: "Los sacerdotes tienen más obligación que los demás de poner su corazón en el suelo como una alfombra, para que sus hermanos pisen blando".

En la clausura del ciclo , el profesor José María Casciaro trató de la lectura de la Biblia en la vida y predicación del beato Josemaría y sugirió que el Fundador del Opus Dei aprendió a leer la Escritura fundamentalmente en la Escritura misma. "Resulta notoria la originalidad con que se introduce en el texto sagrado, apropiándoselo y aplicándolo a sus propias circunstancias personales y a las de sus oyentes".