Unas palabras que quedan en el corazón

Los recientes encuentros del Prelado con gente del Opus Dei en Madrid han comenzado con unas breves palabras en las que ha compartido las ideas que tiene estos días en la cabeza y en el corazón. Se recogen a continuación las palabras de uno de esos encuentros, que pueden servir como resumen de su estancia en Madrid.

Jornadas del viaje pastoral de Mons. Fernando Ocáriz en Madrid

Jueves 29 de junioViernes 30 de junioSábado 1 de julioDomingo 2 de julioLunes 3 de julio


“Con el último Congreso general ha empezado en la Obra una nueva etapa, que nos puede servir para recomenzar personalmente. Es una buena ocasión para que cada uno se plantee empezar otra vez, para sentir la Obra en nuestras manos con más agradecimiento y más responsabilidad. Podemos tener la seguridad y la confianza de que, aunque el Opus Dei esté en nuestras pobres manos, sigue siendo de Dios.

Os recuerdo la primera conclusión del pasado Congreso general: poner a Jesucristo en el centro de nuestras vidas, tanto en lo personal, como en la labor apostólica, como en nuestra tarea de formación. Vuelvo a esa idea de san Pablo que tantas veces nos repitió san Josemaría: “para mí, vivir es Cristo”.

Jesucristo es el punto de referencia en la lucha por ser fieles

Jesucristo es el punto de referencia en la lucha por ser fieles. Nuestra vida no comporta un conjunto de exigencias de fidelidad a un ideal, a unos modos de funcionar, sino fundamentalmente fidelidad a Jesucristo.

Por eso, nuestra labor apostólica —como la de toda la Iglesia, de la que la Obra es una pequeña parte— se centra en ayudar a la gente a conocer a Jesús, acercándoles a través del Evangelio.

Debemos comprender, disculpar, aprender a convivir con las limitaciones de los demás, por la misma razón de todo: Jesucristo

Cuidad la fraternidad. Lo expresa ese “grito de san Josemaría”: ¡Qué os queráis! Debemos comprender, disculpar, aprender a convivir con las limitaciones de los demás, por la misma razón de todo: Jesucristo. Y así veremos en los demás bullir la sangre de Cristo.

Ver al Señor en los demás nos ayuda a disculpar, a servir. En lo humano, ese cariño es también amar la libertad y derrochar a nuestro alrededor buen humor, que es expresión de la alegría. A pesar de las dificultades externas y de los errores personales, tenemos siempre motivos para estar contentos.

El amor a la libertad se expresa también en fomentar la libertad de espíritu. Que nunca nos sintamos coaccionados por nada

El amor a la libertad se expresa también en fomentar la libertad de espíritu. Que nunca nos sintamos coaccionados por nada. Esa libertad no es ausencia de compromiso, porque el acto propio de la libertad es el amor, y uno es libre cuando ama. Lo explica bien esa conocidísima frase de san Agustín: “Ama y haz lo que quieras”. Cuando hay libertad y amor, lo que hacemos es lo que nos da la gana, y esa es la razón más sobrenatural de nuestro modo de actuar y de ser.

Últimamente estoy recordando con frecuencia una frase de san Josemaría: “No es lícito pensar que sólo se puede hacer con alegría lo que nos gusta”. No. Con la fe y con la razón, podemos cumplir libremente, amar, nuestros deberes, aunque no sean en ocasiones, lo que más nos apetezca.

Querría también aprovechar este encuentro, para animaros a llevar a Cristo a las almas, aunque el ambiente no sea nada propicio en un mundo al que amamos

Querría también aprovechar este encuentro, para animaros a llevar a Cristo a las almas, aunque el ambiente no sea nada propicio en un mundo al que amamos. Pero debemos vivir siempre con mucha esperanza: ¡Es el Señor el que hace la Obra, a pesar de las dificultades y de nuestras limitaciones!

Que seamos muy rezadores: “Alegres en la esperanza, constantes en la oración”, dice san Pablo, porque somos conscientes de nuestras limitaciones, pero también de la fuerza de Dios. Pedid más fe en el amor de Dios por cada persona.

Rezad mucho por el Papa y por la Iglesia. Sobre el Romano Pontífice pesan toda la Iglesia y todo el mundo

Por último, rezad mucho por el Papa y por la Iglesia. Sobre el Romano Pontífice pesan toda la Iglesia y todo el mundo. El Papa Francisco pide oraciones por él, porque siente esa necesidad, y no podemos dejar de apoyarle todo lo que podamos”.


Día 3 de julio

«Estáis cuidando la carne de Cristo»

Mons. Fernando Ocáriz ha visitado esta mañana el hospital Laguna, un centro especializado en cuidados paliativos al final de la vida. Después de acompañar a algunos enfermos, ha agradecido la labor de sus profesionales y les ha animado a considerar que, con su trabajo están cuidando la carne de Cristo, como recomienda el papa Francisco.

El prelado del Opus Dei ha visitado esta mañana a los profesionales y enfermos del Hospital Centro de Cuidados Laguna. Emocionado y agradecido por la labor que realiza este centro especializado en la atención sanitaria al final de la vida, ha podido saludar y animar personalmente a muchos pacientes y confortarles con palabras de esperanza.

Durante el encuentro con los profesionales sanitarios de Laguna, ha recordado su visita de 2012 junto al anterior prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, y ha mostrado su reconocimiento por el cariño que ponen en el trato con cada enfermo.

Además, les ha animado a considerar que —como ha recordado recientemente el Papa— con su trabajo están cuidando la carne de Cristo, también cuando su tarea exige más esfuerzo y se nota el cansancio: “Ved a Jesucristo en cada persona y en cada momento”.

El impulso vivo de san Josemaría

Asimismo, el Prelado ha sugerido al personal de Laguna que acudan con frecuencia a la intercesión de san Josemaría, ya que gracias a su espíritu y a su ayuda desde el cielo ha sido posible la realidad de este centro de cuidados paliativos que nació en 2002, precisamente, como una obra social con motivo del centenario del nacimiento del fundador del Opus Dei, que durante sus primeros años como sacerdote en Madrid dedicó muchas horas al cuidado y atención de personas gravemente enfermas, muchas de ellas sin expectativas de curación.

Laguna trabaja cada día para que la atención sanitaria de las personas mayores y los enfermos que requieren cuidados paliativos garantice también que se sientan asistidos, comprendidos y queridos hasta el final de su vida. En sus quince años de existencia se ha configurado como un centro de esmerado servicio sanitario y de gran impacto social, especialmente para las familias del barrio madrileño de Carabanchel.


Día 2 de julio

Fe, esperanza y “la seguridad de lo imposible”

Mons. Ocáriz ha participado hoy en dos encuentros con personas de la Obra en Madrid. Entre otras cosas, ha animado a los asistentes a dar prioridad cada día a sus familias y a ser protagonistas en la tarea de “llevar el mundo a Dios” con audacia y esperanza.

El prelado del Opus Dei ha animado a los asistentes a "pedir a san Josemaría que nos dé a todos la seguridad de lo imposible", ante los retos que presenta la vida cotidiana. Ha sugerido a los participantes que cultiven esa seguridad tanto en su trato con Dios como en el afán por llevar al mundo a Dios con el testimonio de la propia vida cristiana.

Asimismo, ha alentado a conciliar la vida familiar, las exigencias del propio trabajo y la vida espiritual adelantándose con orden a los imprevistos, y dando prioridad a la relación personal con Dios y a la dedicación a la propia familia.

Mons. Ocáriz quiso agradecer el trabajo de estos días al personal de mantenimiento del Colegio Retamar. Foto: Álvaro García Fuentes.

Además, ha subrayado la necesidad de poner a Jesucristo en el centro de toda la jornada, mediante la oración y el trato con la Eucaristía, “porque de ahí sale la verdadera fuerza para cuidar a la familia, santificar el trabajo y querer a la gente”.

Amor a la libertad

Ante un público mayoritariamente formado por padres de familia, Mons. Ocáriz ha recordado que “el amor a la libertad es herencia de san Josemaría”. Este amor a la libertad –ha señalado– debe manifestarse especialmente en la educación de los hijos. Ha animado a los padres a ser muy amigos de sus hijos y a explicarles el porqué de las recomendaciones evitando que la autoridad paterna sea más exigencia que cariño. El prelado del Opus Dei les ha animado a rezar por sus hijos, “porque esa oración siempre es eficaz”.

Al comienzo del encuentro el Prelado saludó a algunos de los asistentes. Foto: Álvaro García Fuentes.


Día 1 de julio

«La vida cristiana es un poema épico»

El Prelado del Opus Dei ha mantenido hoy varios encuentros con personas de la Obra. En todos ellos ha recordado que la vida del cristiano tiene que apoyarse en el amor a Jesucristo.

“Nuestra vida –ha dicho don Fernando– no es una novela rosa sino un poema épico, pero siempre con alegría porque contamos con la ayuda del Señor. Nunca estamos solos. Por la comunión de los santos formamos un solo Cuerpo con Jesucristo”.

En diferentes momentos ha animado a los presentes a luchar contra las dificultades, las limitaciones personales y la falta de tiempo apoyándose especialmente en la Eucaristía.

Una madre le contó con bastante gracia cómo le costó la entrega a Dios de dos de sus hijas, aunque ahora está feliz, y le pidió algún consejo para comprender y ayudar a los hijos cuando deciden seguir la llamada de Dios. Mons. Ocáriz, ha animado a considerar que la vocación es siempre un don de Dios. “Lógicamente cuesta la separación, es humano, pero hay que pensar que Dios se ha metido en su vida y eso es una alegría”. Al final le ha aconsejado que siga rezando por sus hijas siempre, porque la oración de las madres tiene mucho valor ante Dios.

Una chica portuguesa le dijo que fue a estudiar a Pamplona porque su madre quería que tuviera la mejor formación y eso le cambió la vida. Ahora trabajará en la empresa familiar en Angola, pero está un poco preocupada porque será la única persona del Opus Dei allí. Mons. Ocáriz le ha animado “no estás sola –le ha dicho– estás con Él y con toda la Obra por la comunión de los santos. Dios cuenta contigo para empezar en ese país y tendrás toda su ayuda. Son sus planes para ti. Además, nos organizaremos para poder acompañarte”.

Evangelizar a través del testimonio

En el segundo coloquio, celebrado a las 17:00 horas en el Colegio Retamar, una participante en un grupo de pop le comentó que encontraba difícil hacer atrayente la fe a amigos que viven alejados de Jesucristo. El Prelado ha insistido en el valor del testimonio y de compartir la propia experiencia para la evangelización “es mucho más eficaz que discursos teóricos”.

De esa experiencia compartida ha hablado Rosa María que, tras vivir y superar una situación familiar difícil, ha podido acompañar a otros matrimonios en circunstancias similares y ayudarles a encontrar sentido a sus situaciones. Mons. Fernando Ocáriz le ha explicado cómo solo a “la luz de la fe podemos entender el valor del sufrimiento” y le animó a mostrar la belleza del matrimonio como algo que desde siempre ha formado parte del plan de Dios para los hombres.

A propósito una pregunta sobre cómo ayudar a implicarse en la tarea de acompañar a otros matrimonios en la formación y labor educativa de los hijos, el Prelado habló de la necesidad de ayudar a los novios y también a los matrimonios a “aprender a querer por encima del sentimiento” ya que muchas crisis matrimoniales vienen precisamente de no saber querer… queriendo también los defectos del otro. “Es una tarea importante –añadió– porque si se deshace la familia, se deshace la sociedad”.

También comentó la importancia del trabajo como un servicio a la sociedad, y por tanto la necesidad de ponerlo primero en la cumbre de la propia actividad, trabajar bien y tener prestigio entre los compañeros de trabajo.

Como en ocasiones anteriores el Prelado ha terminado el encuentro pidiendo oraciones por el Papa y por la Iglesia.


Día 30

«Tener y transmitir esperanza» para superar la cultura del lamento

Mons. Fernando Ocáriz ha mantenido hoy un encuentro con personas de la Obra. Durante el coloquio ha animado a poner a Jesucristo en el centro de sus vidas. Por la mañana ha visitado el colegio Los Tilos y la parroquia de San Alberto Magno, en el barrio de Vallecas.

Vallecas ha recibido hoy la visita del prelado del Opus Dei. La primera parada ha sido en el colegio Los Tilos que en sus inicios, hace 50 años, recibió personalmente el aliento de San Josemaría en uno de sus viajes a Madrid y desde hace diez años realiza su labor educativa en este barrio madrileño.

A la entrada del colegio le han recibido el Consejo de Administración y varias familias.

En su recorrido por el colegio ha saludado a las profesoras de las distintas etapas educativas. Marta, docente de Infantil, le ha contado que muchas niñas llegaban al colegio sin saber quién es Jesús y aquí han aprendido a rezar, “no sólo oraciones vocales sencillas, también a contarle sus cosas”.

Otra profesora le ha contado que les había pedido a sus alumnas oraciones por su viaje pastoral. Mons. Ocáriz lo ha agradecido comentando que la oración es su fortaleza.

Distintas personas le han contado la devoción que hay en el colegio al Beato Álvaro y cómo, cada mañana, le rezan una estampa pidiendo por la curación de una alumna con un linfoma, una profesora que está en coma y un sacerdote muy enfermo que trabaja desde el principio en el colegio. La niña se ha curado y se está recuperando muy bien. El Prelado bendijo la foto de la profesora enferma y saludó personalmente al sacerdote, que pudo desplazarse hasta el colegio en una silla de ruedas.

Después, Mons. Ocáriz visitó la vecina parroquia de San Alberto Magno, donde está enterrado el Venerable Isidoro Zorzano. Junto a los fieles presentes en el templo, rezó en voz alta la oración de su estampa y pidió acudir a su intercesión y rogar al Señor que llegue pronto el milagro que permita su beatificación. También hizo una oración especial por las vocaciones sacerdotales, “tan necesarias para toda la Iglesia”.

Centralidad de Jesucristo

Por la tarde, en un encuentro con personas del Opus Dei, Mons. Ocáriz subrayó la importancia de la centralidad de Jesucristo en todos los aspectos de la vida: las relaciones sociales, la profesión, la familia, las amistades, etcétera, y animó a fomentar la lectura del Evangelio: “Dios se ha hecho visible en Jesucristo, y su vida está presente en el Evangelio”.

Durante el coloquio, algunos de los presentes han aprovechado para pedirle consejo. Un joven médico le preguntó cómo ayudar a entender el sentido del dolor. Mons. Ocáriz le respondió que es bueno reconocer que el dolor es un misterio, sobre todo el sufrimiento que no es fruto de la libertad. Se entiende un poco el sentido del dolor al mirar a la Cruz. En cualquier caso, Dios es tan grande que no cabe en la cabeza, pero cabe en el corazón. Y por la fe, entendemos que el amor de Dios está detrás de todo.

Ante la pregunta de cómo superar un ambiente contagioso de queja por el deterioro de la sociedad, señaló que no podemos ser ingenuos y desconocer la realidad, pero que el mundo no se construye con la cultura del lamento, y hay que tener esperanza para transmitirla.


Día 29

El primer viaje pastoral del prelado del Opus Dei a España ha empezado por el sur de Madrid. Mons. Fernando Ocáriz ha visitado en Alcorcón los colegios Fuenllana y Andel, y la parroquia de san Josemaría, desde donde ha pedido rezar más por el papa Francisco en el día de san Pedro y san Pablo.

En torno a las 11:00, Mons. Ocáriz ha llegado a Fuenllana, un colegio con cerca de 1.500 alumnos, una amplia oferta educativa, una joven plantilla docente y un prestigio avalado por el informe PISA. El prelado del Opus Dei les ha animado a seguir trabajando para sacar adelante el colegio, manteniendo su nivel académico y su empeño en la promoción social de todas las personas que forman parte del proyecto. Además, ha agradecido la labor educativa que realizan sus responsables docentes “dando siempre prioridad a las familias”.

En su primer día en Madrid, el prelado del Opus Dei visitó los colegios Fuenllana y Andel, en la zona sur de Madrid.

Posteriormente, ha visitado el colegio Andel, un centro educativo de Alcorcón con doce años de historia, y cerca de 830 alumnos. Allí le han recibido el consejo de Administración, el consejo escolar, los responsables de la Asociación de Padres de Alumnos y la directiva de las fundaciones que respaldan la labor educativa de este centro. Igualmente, ha saludado a los profesores, les ha agradecido su trabajo y les ha pedido seguir creciendo en su desempeño profesional.

Ignacio, un alumno de Andel que acaba de terminar 3º de ESO, le ha ofrecido un banderín del colegio. Según cuenta, “se trata de un reconocimiento a los mejores alumnos. Sabemos que don Fernando ha sido un buen estudiante, especialmente de Física, y queríamos obsequiarle con esta distinción”. Pablo, un año menor, le ha hecho entrega de decenas de cartas escritas por sus compañeros, agradeciendo su visita al colegio, comprometiéndose a rezar por él, y pidiéndole oraciones por ellos y sus familias.

Más oración por el Papa

El prelado del Opus Dei acudió también a la parroquia de san Josemaría, perteneciente a la diócesis de Getafe, y aprovechó la festividad de san Pedro y san Pablo para pedir oraciones por el papa Francisco, “que lleva sobre sus hombros el peso de toda la Iglesia y de todo el mundo”.

Mons. Fernando Ocáriz con José Juan Lozano, parroco de San Josemaría (Alcorcón, Madrid)

Ha animado también a los asistentes a profundizar en los escritos de san Josemaría, porque dan muchas luces para ser buenos cristianos corrientes. A una pregunta sobre la importancia de la catequesis, sugirió pedir ayuda al Espíritu Santo para que nos haga capaces de exponer el Evangelio de un modo comprensible a todos.