Esther Tallah: «Trabajo con madres para que los niños no tengan que ir al hospital»

Esta pediatra es premio Harambee a la promoción de la mujer en África y busca en Galicia ayuda para un nuevo colegio.

Foto: Paco García (La Voz de Galicia)

Entrevista publicada en La Voz de Galicia

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Ella y su gemela eran las pequeñas de nueve hermanos. Ella pudo estudiar, algo poco habitual en Camerún donde ocho de cada diez menores de edad que no van a la escuela son mujeres. Esther Tallah se licenció en Medicina al darse cuenta de lo que podía suponer esto para ayudar a su gente «y cuando pensé que quizá con un médico cerca mi padre se hubiera salvado». El hombre murió cuando ella era niña. Ahora esta viuda, madre de tres hijos, viajó a España para recibir el premio de la oenegé Harambee a la promoción e igualdad de la mujer africana. Anoche, en una cena coloquio que tuvo lugar en A Coruña, explicó que su experiencia como médica le ha impulsado a crear una fundación para mejorar la educación de las niñas y de las jóvenes de Camerún.

-¿Qué hacen para mejorar esa educación?

-Tenemos una asociación, Efedi, que es el nombre de un árbol tropical. Ya hemos empezado con un preescolar en unas instalaciones provisionales y estamos buscando los fondos para construir un colegio. No queremos un colegio hecho con cuatro palos y unos haces de paja en el techo. Queremos que sea digno y bien construido. Ellas tienen derecho a estudiar en un centro con buenas instalaciones aunque sean pobres.

-¿Cómo se valora la educación en su país?

-La educación de las niñas no está considerada como algo importante. De los 1,7 millones de menores de edad que el año pasado no estaban escolarizados, 1,3 millones eran niñas. La mayoría de las jóvenes tienen que prepararse para ser madres o esposas y así se perpetúa que la condición social de las niñas y de las mujeres es de inferioridad respecto al hombre.

-¿Podría citar algún caso?

-Recuerdo una niña, la llamaremos Amina, que me contó su historia: mientras su madre estaba embarazada de ella, su padre llegó a casa de un amigo y como tenía sed le pidió una cerveza y le dijo: dame una cerveza y si mi mujer da a luz una chica te la doy por esposa. Y nació Amina. Cuando me contó su historia tenía nueve años y estaba casada con el amigo de su padre, quien ya tenía otras mujeres.

-¿Cuál es el principal mensaje que trae a Galicia?

-El mayor enemigo de la salud y el progreso de la mujer camerunesa es la falta de una instrucción adecuada. Por eso el mensaje es que los padres se asocien para promover una educación de calidad desde que sus hijos son muy pequeños. Es lo que promovemos en Efedi y es lo que ha premiado Harambee. Hay que contribuir a la formación de la madre porque cuanto mayor es la formación de las madres menos se mueren los niños.

-¿Por qué dejó el hospital para trabajar en las comunidades?

-Era muy feliz trabajando con los niños pero llegaban al hospital cuando era demasiado tarde y estaban a punto de morir. Fui a trabajar a las comunidades para dar formación a las madres, promover la salud de los niños y prevenir enfermedades. Trabajo con ellas para que sus hijos no tengan que ir al hospital. La malaria es la causa principal de mortalidad y estuve trabajando en la prevención y tratamiento.

Rodri García

La Voz de Galicia