El arzobispo de San Salvador califica a Mons. Romero de "Figura universal de la Iglesia"

Resalta la "amistad espiritual" que existió entre el beato Josemaría Escrivá y mons. Óscar Romero.

El proceso de canonización de Mons. Óscar Romero prosigue su buena marcha. Así lo ha confirmado el actual arzobispo de San Salvador, el español Fernando Sáenz Lacalle, durante un conferencia impartida en Valencia. "Si queremos ayudar a esta causa y ver su figura universal dentro de la Iglesia, pidámosle muchos favores y demos cuenta de esos favores. Yo acudo a él en mis angustias arzobispales ante los asuntos difíciles y me los va resolviendo".

Mons. Sáenz calificó al sacerdote asesinado de "pastor, piadoso, de recta doctrina y muy unido al Santo Padre" e insistió en que la mejor manera de que "este proceso siga su cauce lo más rápidamente posible es difundir la devoción privada".

Tiroteado en Misa

El día del atentado, Oscar Romero había pasado toda la jornada junto con Mons. Sáenz. El prelado español le acompañó hasta la iglesia en la que celebró la Misa durante la cual fue tiroteado: "Le mataron durante el ofertorio del pan y el vino. Es como una señal externa maravillosa de que su vida se había ofrecido al pueblo fiel, a los pobres, a la justicia, la paz...".

A propósito de la noticia de la próxima canonización del Fundador del Opus Dei, el sucesor de Romero habló de la "amistad espiritual" que unía al prelado salvadoreño con Josemaría Escrivá: "A los pocos días de la muerte del fundador del Opus Dei, Óscar Romero redacto una hermosa carta en la que solicitaba al Papa la apertura del proceso de canonización de Escrivá. Luego acudió a rezar ante su tumba, donde se emocionó vivamente. "Su espiritualidad, en cierta manera, se alimentó de la espiritualidad de Josemaría Escrivá . Había leído mucho Camino".

Sobre los desastres naturales que soportó el pueblo salvadoreño el año pasado, Sáenz ha dicho que "ha sido una maravilla cómo se ha visto la riqueza profunda espiritual de este pueblo, afrontando las situaciones difíciles que ya poco a poco se van solventando".

El Prelado relató la reacción de los salvadoreños ante el terremoto y el ciclón que arrasó el país: "Hubo una increíble respuesta sobrenatural. No se rebelaron contra Dios, sino que inmediatamente acudieron a Él para que nos ayudara en la reconstrucción del país. En muchos pueblos, el primer edificio que se ha vuelto a levantar ha sido la iglesia".