Concierto solidario por Irak y por las personas sin hogar de San Sebastián

La recaudación del concierto se destinó a programas de Cáritas en campos de refugiados de Irak y en favor de las personas sin hogar de San Sebastián.

Un concierto organizado por jóvenes universitarios del Colegio Mayor Ayete, con un fin solidario y en el que actuaron dos estandartes de la música en el País Vaco, el Orfeón Donostiarra y la Banda Sinfónica de Musikene.

El Orfeón Donostiarra y la Banda Sinfónica de Musikene compartieron escenario el pasado 26 de febrero, bajo la dirección de José Ricardo Pascual-Vilaplana. Foto: Jim D'Briceño.

Ambas formaciones compartieron escenario el pasado 26 de febrero, bajo la dirección de José Ricardo Pascual-Vilaplana, en un concierto que destinó su recaudación a la labor de Cáritas en favor de los refugiados y de las personas sin hogar.

La Universidad de Navarra, la Universidad de Deusto y la UPV

Tras seis meses de organización y los días necesarios de ensayos todo estaba listo para celebrar el concierto. A las ocho de la tarde y con el Kursaal casi completo comenzó el concierto. Entre los asistentes, además de una gran e inesperada cantidad de jóvenes, se encontraban personalidades como el alcalde de San Sebastián y la presidenta del Parlamento Vasco.

Los dos proyectos beneficiaros del concierto son el centro de acogida Hotzaldi, de Cáritas, que aloja y apoya a personas sin hogar de San Sebastián; y una escuela para los hijos de refugiados en la localidad Ankawa-Erbil de Irak. Foto: Jim D'Briceño.

También acudieron el obispo de la ciudad Mons. José Ignacio Munilla y responsables de la Universidad de Navarra, y de las recién unidas al proyecto Universidad del País Vasco (UPV) y Universidad de Deusto. Durante el evento se interpretaron obras de Gounod, Verdi, Puccini y Mascagni, en un programa que agradó sorprendentemente al público.

El nuncio apostólico de Irak y Jordania, Alberto Ortega, quiso dirigirse mediante una carta a los organizadores y agradeció el apoyo a los cristianos en Oriente Medio

Los dos proyectos beneficiaros del concierto son el centro de acogida Hotzaldi, de Cáritas, que aloja y apoya a personas sin hogar de San Sebastián; y una escuela para los hijos de refugiados en la localidad Ankawa-Erbil de Irak. El nuncio apostólico de Irak y Jordania, Alberto Ortega, quiso dirigirse mediante una carta a los organizadores y agradeció el apoyo a los cristianos en Oriente Medio. «Queremos colaborar porque es un tema que esta más candente ahora», dice Jordi Oliva, director de formación del Colegio Mayor Ayete.

«Queremos colaborar porque es un tema que esta más candente ahora», dice Jordi Oliva, director de formación del Colegio Mayor Ayete. Foto: Jim D'Briceño.

En esta edición el Colegio Mayor ha conseguido 8.000 euros para Cáritas. De cara al año que viene el reto es asociarse con más universidades, plantearse nuevas estrategias de organización y la creación de nuevos eventos de menor tamaño con los mismos fines «Además de lo que se dona, es importante el mensaje que se lanza a la sociedad. A través de un acto cultural, se transmite que se puede ayudar a los demás y que somos los jóvenes los que lo hacemos», sostiene Jordi Oliva.

Solidarios durante todo el año

El concierto solidario no es la única iniciativa benéfica del Colegio Mayor Ayete. Los alumnos que residen en el centro colaboran con los proyectos de Cáritas que lleva a cabo para ofrecer ayuda a personas en situación extrema.

Entre ellos destaca Aterpe, el centro de día en el que participan los alumnos y en el que se acoge, acompaña y ayuda tanto a la gente con problemas físicos y sociales como a personas que a causa de la pobreza han roto sus relaciones familiares.

Los colegiales son voluntarios del centro de acogida nocturna Hotzaldi, que aloja a personas sin hogar

El colegio colabora también con voluntarios en Hotzaldi, al que acuden los dos primeros sábados de cada mes. Este centro de acogida nocturna para las personas sin hogar ofrece unas condiciones de alojamiento dignas y cuenta con un equipo que ofrece relación, compañía y escucha. Además, los alumnos del colegio visitan centros de día para personas mayores, pintan iglesias y cooperan «donde se vea que hay que echar una mano».

La idea de organizar este concierto a favor de Cáritas nació hace ocho años en el Colegio de Ayete. Foto: Jim D'Briceño.

Por otro lado, varios estudiantes de la residencia llevaron a cabo durante el curso pasado la iniciativa ‘Let’s smile’, que «surgió de un grupo de amigos del colegio a los que les gustaban los malabares». El proyecto, sigue en pie y se basa en acompañar a los niños enfermos de cáncer en el hospital y «sacarles una sonrisa disfrazados de payasos».

Más donaciones cada año

La idea de organizar este concierto a favor de Cáritas nació hace ocho años en el Colegio de Ayete y lo que al principio fue «una pequeña actividad con fines solidarios» es hoy un evento con más de 20.000 euros donados a causas sociales.

Lo que al principio fue «una pequeña actividad con fines solidarios» es hoy un evento con más de 20.000 euros donados a causas sociales. Foto: Jim D'Briceño.

En 2008, la iniciativa debutó en la parroquia de Ayete, situada frente a la residencia y contó con la pequeña orquesta madrileña ‘Sinfonieta’ para recabar fondos que se destinaron a la ONG Somos Uno, dedicada a la lucha contra la prostitución en Tailandia.

«Aquel año se donaron 3.000 euros, pero no se habían recaudado. Hubo pérdidas pero dimos algo simbólicamente. A partir de la segunda edición empezamos a soñar», dice el director de la formación.

«A través de un acto cultural, se transmite que se puede ayudar a los demás y que somos los jóvenes los que lo hacemos»

Después de tres conciertos en el Victoria Eugenia, en 2013 saltaron al Kursaal con un ‘Carmina Burana’ interpretado por la Sinfónica de Musikene y la Coral de Bilbao. En la siguiente edición cambiaron de formato y ofrecieron un concierto en la parroquia Santa María del Coro y el año pasado volvieron al Kursaal con la ‘Novena Sinfonía’ de Beethoven interpretada por la Orquesta Sinfónica de Musikene y el Orfeón Donostiarra en la primera actividad conjunta de ambas formaciones. Se propusieron objetivos ambiciosos y los cumplieron con creces. Vendieron 1.800 entradas y donaron 11.000 euros.