En su visita a Chile en el año 1987, el Papa Juan Pablo II dirigía a la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) un vibrante llamado a construir en la región una economía de la solidaridad para lograr revertir el "círculo vicioso" de la pobreza. Señalaba el Sumo Pontífice: "Esta posibilidad se realiza, sin embargo, sólo si el trabajador alcanza cierto grado mínimo de educación, cultura y capacitación laboral, y tiene la oportunidad de dárselas también a sus hijos. (...) La educación, llave maestra del futuro, camino de integración de los marginados, alma del dinamismo social, derecho y deber esencial de la persona humana. ¡Que los Estados, los grupos intermedios, los individuos, las instituciones, las múltiples formas de la iniciativa privada concentren sus mejores esfuerzos en la promoción educacional de la región entera!".
Sólo la educación hará posible aquel otro "círculo virtuoso" de la prosperidad: "Las causas morales de la prosperidad son bien conocidas a lo largo de la historia. Ellas residen en una constelación de virtudes: laboriosidad, competencia, orden, honestidad, iniciativa, frugalidad, ahorro, espíritu de servicio, cumplimiento de la palabra empeñada, audacia; en suma, amor al trabajo bien hecho".
Con ocasión del centenario del nacimiento de Josemaría Escrivá de Balaguer, futuro santo de la Iglesia y fundador del Opus Dei, quisiera dar un testimonio de dos grandes iniciativas educacionales cuyo objetivo es precisamente construir ese "círculo virtuoso" de la prosperidad de que hablaba el Papa Juan Pablo II en Chile. Me refiero a la Escuela Básica Nocedal para varones y a la Escuela Básica Almendral para niñas, ubicadas en la comuna de La Pintana, sector El Castillo, que imparten una educación gratuita de jornada completa a más de mil niños y niñas. Tuve la oportunidad de visitar las actuales instalaciones y tomar contacto personal con los niños y sus profesores.
Ciertamente que es una iniciativa de gran proyección para un sector de extrema pobreza, donde la escolaridad no pasa del 23 por ciento de la población, sobre todo pensando que estas escuelas serán anexos de los futuros liceos Técnico Profesional Nocedal y Almendral, proyectados para el período 2002-2004 con menciones en electrónica, electricidad e informática.
Particularmente interesante en este proyecto educacional de promoción humana y espiritual me parece el hecho de integrar al grupo familiar de los alumnos. Para ello ya existe la Radio Nocedal, que imparte gratuitamente y sin fines de lucro cursos de virtudes humanas, temas de actualidad, formación cristiana, capacitación laboral, entre otros, destinados a apoyar al grupo familiar de los niños, inspirados en la filosofía de que lo principal en la educación son los padres, luego los profesores y finalmente los alumnos. En la escuela misma hay actividades deportivas para los padres los días sábado y centros de madres. Se los integra así en este proceso educativo, conscientes de que en la medida en que el grupo familiar entienda lo que se hace con sus hijos y participe en dicho proceso, ello no sólo redunda en una mejor educación, sino también en un fortalecimiento de la familia, raíz de todo progreso humano y moral.
Esta iniciativa de miembros del Opus Dei en Chile, entre otras, hace posible aquella solidaridad de la que hablaba el Papa en la CEPAL. En efecto, gracias a las generosas donaciones de particulares nacionales y extranjeros se ha podido construir un equipamiento de primer nivel que se mantiene gracias a una subvención del Estado y a los aportes de la empresa privada y de particulares.
Por lo que sé, el fundador del Opus Dei fue un sacerdote de grandes iniciativas de promoción humana y espiritual, que ya han dado frutos en los cinco continentes. En Chile, junto a estas escuelas, hay también una escuela agrícola en Chimbarongo y escuelas para asesoras del hogar. "Soñad y os quedaréis cortos", solía decir en los inicios. Como senador por la VIII Región, donde tenemos sectores de extrema pobreza, quisiera también soñar con escuelas como Nocedal y Almendral en Coronel, Penco, Tomé, Lota. Creo que lo que se hace hoy en La Pintana nos puede servir de modelo y ejemplo a seguir en el futuro para derrotar ese "círculo vicioso" de la pobreza, mediante el cultivo del amor al trabajo bien hecho y el espíritu de laboriosidad que se les inculca a los niños y niñas.
