Celine Tendobi, Premio Harambee por su trabajo en Hospital Monkole

La doctora congoleña Celine Tendobi ha obtenido el Premio Harambee España 2013 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana, por su labor en el Centro Hospitalario Monkole, en Kinshasa

La doctora congoleña Celine Tendobi ha obtenido el Premio Harambee España 2013 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana, por su labor en el Centro Hospitalario Monkole, en Kinshasa, donde cada año son atendidos alrededor de 100.000 pacientes, 28.763 mujeres se benefician del proyecto 'Maternidad sin Riesgos', donde han conseguido reducir la mortalidad de embarazadas y bebés de un 50 a un 18% y en el que una consulta de un niño cuesta 50 céntimos frente a los 5 ó 10 euros del resto de hospitales de la ciudad.

Tendobi, especializada en Obstetricia y Ginecología, se encuentra realizando una gira por España, donde recibirá el galardón valorado en 3.000 euros de la mano de Teresa de Borbón, para recaudar fondos con los que adquirir, entre otros, un ecógrafo que cuesta 19.000 euros para poder atender a las mujeres embarazadas que se encuentran en la periferia o en la selva --ahora mismo, solo disponen de uno que debe desplazar de un lado a otro "con la ayuda de cuatro hombres fuertes"--.

También necesitan 2.000 euros para desfibriladores, 1.550 para camillas de urgencias, 1.200 euros para camas de reanimación, 500 euros para monitores de reanimación, 400 euros para un grupo elctrógeno portátil y 340 euros para sillas de ruedas. Asimismo, entrando en la web de la ONG Harambee (www.harambee.es) se puede becar por 300 euros a una joven congoleña para que estudie enfermería y hacer un seguro médico por 50 euros que garantice la salud de una mujer y su hijo durante tres años.

El hospital Monkole, una iniciativa promovida por el exprelado del Opus Dei, Álvaro del Portillo, abrió sus puertas en 1991 con tres camas y un quirófano en los que trataban de atender a todos los pacientes que llegaban. Ahora, cuenta ya con 150 camas y dos quirófanos y falta por construir un ala completa. No obstante, como no todo el mundo puede desplazarse hasta el centro, han creado tres ambulatorios médico-sociales en zonas de difícil acceso --Eliba, Kimbondo y Moluka--, hasta los que también se desplaza Tendobi para hacer ecografías.

Según ha destacado la doctora, en su país hay mucha pobreza, muchos niños huérfanos como consecuencia de las guerras y hambre. Por ello, en el Hospital Monkole --nombre de un árbol de hoja perenne de la selva congoleña que da una gran sombra-- la primera pregunta que se hace a un paciente es: ¿Cuándo fue la última vez que comió? De esta forma, no solo atienden sus problemas de salud sino que también les alimentan.

Otra labor destacable es la que realizan en el Centro Piloto de la transmisión del VIH-ISA de la madre al niño, que fundó en 2007 y en el que han sido atendidas más de 5.000 mujeres del barrio de Kindele, donde la infección del SIDA disminuyó más de un 25% en el primer año.

Asimismo, la doctora Tendobi se muestra muy orgullosa de la escuela-residencia de enfermeras ISSI que ha permitido a 500 jóvenes graduarse en enfermería, sacando a sus familias del círculo de la pobreza. Y es que, según ha subrayado Tendobi en declaraciones a Europa Press, la discriminación es uno de los problemas que sufren las mujeres en el Congo, donde se prioriza la educación de los niños frente a la de las niñas de las que se espera que en el futuro se queden en casa cuidando de los hijos.

Esto provoca, según ha explicado Tendobi, que los padres solo envíen a la escuela a sus hijos varones, quedando las mujeres en la ignorancia sobre normas de higiene o de nutrición. Ante esta situación, la doctora recuerda que "formar a una mujer es formar a una familia y formar a toda una nación".

CONFLICTOS ARMADOS

Tendobi ha apuntado que se pensará que República Democrática del Congo es un país "muy rico" pues hay gran cantidad de oro, diamantes, estaño, madera y, sobre todo, coltán --material muy utilizado en los aparatos electrónicos--. Sin embargo, manifiesta que en lugar de bienestar, estos han provocado "múltiples conflictos armados" y "han sumido al país en la más absoluta pobreza".

Algunos datos demuestran la situación en la que viven los congoleños, con una tasa de mortalidad infantil que se situaba en el 80%, una esperanza de vida de 48 años y una educación y sanidad que no son gratuitas ni obligatorias, de forma que si una familia no tiene dinero para pagarlas no tiene por qué ser atendido ni formado. Además, falta acceso a agua potable y existe inseguridad, pues aún hay algunos grupos armados en activo como el M-23. Y ante estos problemas, según asegura, el Gobierno no ayuda nada.

Pero, a pesar de la pobreza, Tendobi cuenta que en su país la mayor riqueza que tienen es la familia y, mejor si es numerosa. De hecho, afirma que lo raro allí es tener solo dos o tres hermanos pues la mayoría son diez u once y recuerda cómo padres e hijos, ante la ausencia de electricidad, se reúnen por las tardes para hablar de la jornada.

Europa Press