Libros de fuego

"Querría escribir unos libros de fuego, que corrieran por el mundo como llama viva", anotaba en 1931 el fundador del Opus Dei. Hoy, sus libros recorren el mundo. Recientemente, se ha editado 'Josemaría Escriva como escritor', un estudio de su faceta literaria.

"Querría escribir unos libros de fuego, que corrieran por el mundo como llama viva, prendiendo su luz y su calor en los hombres, convirtiendo los pobres corazones en brasas, para ofrecerlos a Jesús como rubíes de su corona de Rey", escribió Josemaría Escrivá en 'Forja'.

Su empeño creador ha sido estudiado por José Miguel Ibañez Langlois, autor del nuevo libro 'Josemaría Escrivá como escritor' (ed. Rialp). Ante todo, el crítico literario aclara que Escrivá fue, por este orden, santo y escritor. "No escribió para ser leído en cuanto escritor. Nos habla directamente para ser entendido, para transmitir una belleza espiritual y suscitar un movimiento de fe, de esperanza y de amor a Dios", y todo ello "con una belleza que asombra".

Las Sagradas Escrituras, los clásicos greco-latinos, y la mejor literatura del Siglo de Oro son las principales fuentes que inspiraron al Fundador del Opus Dei. Ibañez Langlois descubre una especial influencia de santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz en la pluma de Escrivá. Con estos comparte "un castellano muy puro", "una prosa coloquial y fulgurante", y una transparente "sinceridad del alma".

Latigazos verbales

Antes de analizar una por una las obras de Escrivá, dedica un capítulo al aforismo, un género que el Fundador utilizó en tres libros. Estos pensamientos, escritos para "fomentar la oración personal del lector", arrancan de "lo más existencial de la vida del autor". Son "latigazos verbales, llenos de espontaneidad, soltura y frescor vital".

El beato anima al lector "en un susurro confidencial, a gritar y bailar de puro amor de Dios, a iniciar el alma por los senderos empinados y no fáciles de la ascensión ascético mística".

'Camino' es "una escuela de oración, que ha enseñado a orar a innumerables almas"; 'Surco', una guía sobre virtudes humanas; y 'Forja', una "fragua" para la formación del alma. Los pensamientos de estos tres libros poseen los rasgos propios de los textos clásicos: "inmunidad al desgaste, novedad permanente y poder para decir 'cada vez más' a lo largo de los años".

Entrar y salir del Evangelio

'Santo Rosario' y 'Via Crucis', dos obras sobre estas muestras de piedad cristiana, son narraciones poéticas. El primero se caracteriza por su tono piadoso y enamorado -reflejo de su infancia espiritual-; y el segundo, por su ensimismamiento en Cristo crucificado. En ellos, muestra ser un escritor "contemplativo", con una "facilidad pasmosa para entrar y salir del Evangelio".

Las homilías -editadas en: 'Amigos de Dios', 'Es Cristo que pasa' y 'Amar a la Iglesia'- comparten con sus otros libros el buen estilo y la hondura espiritual. Estos textos proceden de su predicación oral, y conservan la fuerza y vigor de su palabra. "Son contados los hombres que escriben como hablan y hablan como escriben. Pues bien, Josemaría Escrivá pertenece a ellos".

Finalmente, el autor de 'Josemaría Escrivá como escritor' analiza brevemente otros rasgos del estilo literario del fundador del Opus Dei, como son: el buen humor, el uso de metáforas, la riqueza del léxico, los juegos de palabras, etcétera.