Nace en Panamá un centro de capacitación profesional para mujeres

Un grupo de panameñas, inspiradas en el mensaje de San Josemaría, fundador del Opus Dei, ha creado el centro de desarrollo cultural y social Tagua. En él, 400 mujeres se alfabetizan y aprenden un oficio.

El centro de aprendizaje profesional está en Panamá.

Pacora, Chepo y la 24 de diciembre son barriadas populosas y de bajo nivel de vida que cada vez congregan a más número de habitantes de Panamá. Es una zona montañosa, con pocos centros escolares y educativos, y difíciles accesos a la capital panameña.

Entre esas tres poblaciones, en una de las muchas colinas, ha nacido Tagua, un centro donde 400 mujeres panameñas aprenden ya una profesión. Los directores de esta iniciativa luchan así contra la pobreza, conscientes de que “la ignorancia esclaviza”, según decía san Josemaría Escrivá.

“Esta es un área con más de 300 mil adultos. Nunca nos van a faltar alumnas, pues es grande el número de pobladores sin acceso a la educación, la gente va contadas veces al centro de la ciudad, y hay incluso personas que jamás han salido de esta montaña” explicó Amalia González, promotora del proyecto.

La falta de capacitación técnica y humana de la población femenina les impide acceder a trabajos que les faciliten el sostenimiento económico para su familia. Tagua les da formación para acceder a empleos y para mejorar su labor en el hogar, elevando así su calidad de vida”.

400 alumnas, y cursos de hostelería y alfabetización

Los programas académicos ofrecen diversas opciones, según las necesidades de cada una: Cursos breves de formación técnica y gestión empresarial; Cursos intensivos en Hotelería y Hospitalidad; Cursos para la obtención del título de Técnico en Hotelería; Programas complementarios de alfabetización elemental y reforzamiento básico escolar; etc.

Voluntarias colaboran en la formación de 400 mujeres.

Según Amalia González, las 400 alumnas “aprenden a manejarse, a tener confianza. Muchas de ellas están en su plenitud para poder rendir en un trabajo, pero no cuentan con mucha instrucción, esa es la razón de ser de este proyecto, darles una oportunidad laboral atendiendo sus necesidades morales y espirituales, la formación en la familia y su formación como mujer”.

Lourdes de Ferrer, directora general del proyecto, explica el alcance de esta iniciativa: “Nos proponemos que el aprendizaje en este centro no sea sólo exterior, sino también interior. Que se forjen convicciones en cuanto a la idea de la persona, el trabajo bien hecho, del buen servicio. Nuestra meta es formar a la persona”. En este sentido, la inspiración cristiana del proyecto –que tiene su raíz en la predicación del sacerdote fundador del Opus Dei- es fundamental.

“Son alumnas excelentes, que están contentas con esta oportunidad y están dando el 100% de su capacidad para aprovecharla”. El proyecto cuenta además con un voluntariado compuesto por estudiantes de la Universidad Santa María La Antigua y de la Universidad Tecnológica de Panamá.