Estancia del Prelado en Valladolid

En los primeros días de su visita a Castilla y León, el Prelado ha mantenido diversos encuentros en Valladolid, con el arzobispo Mons. Braulio Rodríguez, y con enfermos, familias de la ciudad y jóvenes. "He palpado -señaló- el amor de la gente por la Eucaristía y por la Madre de Dios".

Una imagen del encuentro en Valladolid.

Al llegar a Valladolid, mons. Echeverría acudió a visitar a la Patrona de la ciudad, la Virgen de san Lorenzo. “Allí palpé el amor de la Iglesia de Valladolid por la Eucaristía y por la Madre de Dios”.

Después mantuvo una reunión informal con el arzobispo, Braulio Rodríguez Plaza. “Ha sido un encuentro, una visita -explicaron-.Hemos hablado sobre todo de la Iglesia, de lo importante que es anunciar el Evangelio y vivir la fe”.

Los obispos mencionaron la salud del Santo Padre. “No tenemos que torturarnos –señaló Mons. Echevarría-.El Papa es un paciente ejemplar, que sigue las indicaciones que le dan los médicos”.

Según el Prelado, el Papa tiene ahora “el ánimo de servir a la Iglesia con la enfermedad. Por que con el sentido cristiano, la enfermedad no es un castigo. Es lo mismo que si dijesen que Jesucristo se castigó a Sí mismo por la Cruz. Él fue a la Cruz precisamente por amor, por el servicio a las almas. Por lo tanto la enfermedad es un gran tesoro, para la propia persona, para la Iglesia y para tanta gente que todavía no tiene la fe”.

Sobre la cooperación de la Prelatura con la diócesis, Mons. Echevarría dijo que “tiramos los dos del carro en la mismísima dirección. A mi me interesan todas las intenciones que tiene el señor Arzobispo, y así se lo he dicho. Me llena de alegría el tiempo que he estado aquí poder rezar por el pastor de esta Iglesia, Braulio, mi hermano”. En Alcazarén

Después, el Prelado visitó el colegio Alcazarén del barrio de la Victoria (Valladolid). Alumnas y familias del colegio le obsequiaron con un álbum de fotografías, un balón de Voleibol y una tarta, hecha por el padre de una alumna, que es pastelero. Un grupo de estudiantes le dio la bienvenida y le acompañaron mientras visitaba las dependencias principales del colegio.

El Prelado mantuvo un animado coloquio con los padres, alumnas y profesoras. La mayoría de las preguntas que le formularon, se centraban en el trabajo y la vida familiar.

En el colegio Alcazarén.

Ante una pregunta sobre la forma de cuidar a enfermos en fase terminal, formulada por una profesional que cuida a su madre enferma de Alzheimer, Mons. Javier Echevarría habló de “tratar a cada persona con la atención que merece ya que cada uno necesitamos sentirnos cuidados, atendidos y queridos. Toda la familia sale beneficiada cuando se entiende el sentido cristiano del dolor”.

Animó a las numerosas profesionales del sector hostelería a realizar su trabajo “como un verdadero servicio que influye de forma decisiva en la sociedad, uniendo los conocimientos técnicos profesionales con el sentido humano y el conocimiento de las personas. El sector servicios ayuda indudablemente en el fragor de la vida cotidiana".