El artista ha aplicado en el diseño de este proyecto uno de los principios del fundador del Opus Dei. "San Josemaría -recuerda- dijo que los retablos deben dar enseñanza y las imágenes devoción".

La capilla tiene como referencia una imagen realizada en bronce puro del nuevo santo vestido de sotana, y con los brazos hacia delante en expresión de afecto hacia los fieles.

A sus espaldas habrá un retablo que tiene como punto de partida una frase del Evangelio: "Yo soy la vid y vosotros los sarmientos". Iconográficamente, la vid que sujeta el pedestal brota del agua, un elemento que el artista relaciona con la patrona de Elche, aquella que vino por el mar. La base del pedestal es de piedra pulida, lo que representa la perfección. Alrededor del retablo se disponen una serie de piedras bastas que representan a la humanidad y que, conforma se acercan al centro, culminan en palmeras que por la parte superior son pirotécnicas y simbolizan el influjo del santo.

"El simbolismo es muy elemental porque quiero que tenga una visión agradable y sea inteligible por la gente sencilla", explica el autor, quien aclara que "he tratado de hacer una escultura moderna, pero que trate de armonizar con el barroco de la iglesia, porque el retablo debe de estar en armonía con la arquitectura".

Los materiales

El retablo tiene como soporte madera fenólica que resulta inalterable por hongos, insectos y humedades y sobre ella se han moldeado en resina las diferentes figuras de la composición. Los colores se han obtenido mediante la aplicación de pigmentos naturales. Para preservar todo el conjunto de las humedades que pudieran rezumar de la pared, se ha instalado un bastidor metálico.

La capilla alberga bajo el pedestal una pequeña urna transparente en la que se ha depositado una reliquia del santo. Esta caja dispone de una pequeña llave para poder sacar el relicario y exponerlo a la veneración de los fieles. El retablo llegó a Elche dividido en 10 módulos en los que se ha construido.