“Agradezco la dirección espiritual, alguien que me aconseje”

Paul Ybarra es bombero en Los Ángeles (EEUU). Tras conocer el Opus Dei, comenzó a hablar con un sacerdote que le orienta en su vida cristiana. Así, ha aprendido a compatibilizar su trato con Dios y su vida familiar, por ejemplo, rezando el rosario con sus hijos después de haber jugado con ellos. Nuevo testimonio de la serie recogida en el folleto ‘La alegría de los hijos de Dios’.

Al fondo, Paul con uno de sus hijos.

Paul es bombero desde hace casi 20 años. Tiene tres hijos, dos de ellos adoptados:

“Una de las cosas que más agradezco a san Josemaría es tener dirección espiritual. Quiero decir, poder ir a un sacerdote o a un laico, como tú, que te ayuda en las cosas de tu vida. Es algo estupendo tener una persona, en quien confías, que desde fuera te pueda dar consejos y decirte cosas que te ayudan a pensar. Para mí ha sido muy útil en lo que se refiere a mi vida como esposo y padre.

No sé cuántas veces he oído que no me olvide de hacerle notar a mi mujer que la quiero con detalles concretos, aunque parezcan pequeños: una caja de caramelos, unas flores, una caricia, una palabra de agradecimiento por la comida que ha preparado...

También he aprendido a poner prioridades en mi vida. Un día, por ejemplo, si alguno de mis hijos está enfermo, sé que mi sitio está allí. Y en lugar de ir a la iglesia a rezar, me quedo en casa, rezando el rosario, junto a él. Así he ido aprendiendo a hacer compatible las prácticas de piedad con mi vida de padre, de bombero, de esposo.

A veces he tenido que reducir mis compromisos profesionales o sociales, porque veo que antes está mi familia. Si no hubiera sido por la dirección espiritual, muchas de estas cosas no las hubiera sabido”.