La Encarnación nos enseña cómo la fe debe orientar nuestra vida

Catequesis del Santo Padre en el Año de la Fe.

Queridos hermanos y hermanas:

Con la palabra «encarnación» se quiere expresar el misterio del Verbo, el Hijo de Dios, que se ha hecho carne. En Jesús, Dios ha asumido la condición humana en su integridad para sanarla completamente. Como dice san Ireneo, el Hijo de Dios se ha hecho hombre para que el hombre llegase a ser hijo de Dios. 

En la encarnación también Dios no da solo alguna cosa sino que se da a sí mismo, entregándonos a su propio Hijo por nosotros. Así también nosotros, debemos actuar en nuestras relaciones movidos por la gratuidad y el amor. Otro aspecto importante de la encarnación es el extraordinario realismo del amor de Dios, que quiere entrar en nuestra historia cargando sobre sí el peso de la vida humana. Nos enseña que nuestra fe no tiene que ver solo con la inteligencia y el corazón, sino que ha de tocar y orientar toda nuestra vida concreta. 

Por último, el Hijo de Dios encarnado nos muestra quién es el hombre, el verdadero rostro del ser humano, y cómo siguiéndolo cada día realizamos el proyecto de Dios sobre nosotros.

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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Exhorto a todos a meditar el misterio de la encarnación para que el Señor os ilumine y os transforme cada vez más en imagen de su Hijo hecho hombre por nosotros. Que Dios os bendiga.

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