Universitarios ugandeses y españoles, juntos en un campo de trabajo inolvidable

Durante tres semanas cambiaron los libros por los ladrillos, los apuntes por el cemento y la sala de estudio por un paisaje nuevo y sorprendente. Trece universitarios gallegos participaron este verano en Uganda en la construcción de un pabellón de aulas para una escuela infantil. Unas "vacaciones" diferentes en las que no disfrutaron de la playa pero sí de una experiencia que no dudan en calificar de "enormemente enriquecedora" por todo lo que han vivido en el continente africano.

Los universitarios gallegos compartieron esfuerzos con otros jóvenes ugandeses en un campo de trabajo que tuvo lugar en Lugazi, a 40 kilómetros de la capital ugandesa, Kampala. Se trata de una localidad de mayoría musulmana y con índices de pobreza superiores a la media del país. Allí trabajaron en la construcción de un edificio de aulas para sustituir a una vieja escuela infantil de adobe y barro, con suelo de tierra.

Lugazi es una localidad de mayoría musulmana y con índices de pobreza superiores a la media del país.

Más de 80 familias sin recursos se beneficiarán directamente de este proyecto solidario, y se calcula que serán miles los niños, jóvenes y mujeres de Lugazi que utilizarán las instalaciones en un futuro próximo.

Además de construir las nuevas aulas, los jóvenes gallegos impartieron talleres de higiene y salud a los niños de la zona. El campo de trabajo fue promovido por el Colegio Mayor La Estila , adscrito a la Universidad de Santiago de Compostela, en colaboración con la Fundación Kelim de Uganda. Los voluntarios contaron asimismo con la ayuda técnica y formativa que les proporcionó la ONG Cooperación Internacional.

'Los gestos de agradecimiento de esos niños y de sus profesoras -continúa Rubén-, hicieron que de repente todos nos emocionásemos y sintiésemos de golpe que todo había merecido la pena'

Mucho con poco

Rubén Corral, vigués estudiante de 2º de Farmacia, afirma que "lo que resulta más gratificante de esta iniciativa es comprobar lo fácil que resulta hacer bastante con muy poco. Nada es más reconfortante que la cara de agradecimiento de los niños a los que regalamos un cuaderno o un simple bolígrafo". Destaca también las muestras de gratitud que les prodigaron las familias de los niños que van a disfrutar de las aulas que construyeron.

El último día de la actividad, cien niños pequeños agradecieron el trabajo de los voluntarios con un festival de canciones. "Los gestos de agradecimiento de esos niños y de sus profesoras -continúa Rubén-, hicieron que de repente todos nos emocionásemos y sintiésemos de golpe que todo había merecido la pena: la lluvia, la comida, el esfuerzo del trabajo físico al que no estábamos acostumbrados... En definitiva, ahora sabemos que ayudar a los demás es muy gratificante".

'Convivir con situaciones de miseria tan terrible hace que todos maduren y se vuelvan más solidarios.'

Los costes de la actividad -materiales de construcción, viajes, estancia- corrieron a cargo del C.M. La Estila gracias a la ayuda desinteresada de numerosos donantes que apartaron diversas cantidades, desde los 50 euros a los 7.000.

Daniel Núñez, director de La Estila, y Jaime Cárdenas, de la Fundación Montecelo , ambos con dilatada experiencia en este tipo de actividades, afirman que "para los participantes esta actividad constituye una experiencia inolvidable, que les cambia la vida y hace que miren el mundo con otros ojos. Convivir con situaciones de miseria tan terrible hace que todos maduren y se vuelvan más solidarios."

'Nada es más reconfortante que la cara de agradecimiento de los niños a los que regalamos un cuaderno o un simple bolígrafo'

Además de los citados, participaron en el proyecto Hanjo Kollmann (capellán),José Manuel Calvar, Juan Pablo Ucha, José Aguado, Guillermo García, Álvaro Jesús Ucha, Javier Isorna y Carlos López . Esta actividad de trabajo solidario en África se enmarca dentro del "Programa de Formación de Líderes Solidarios" que imparte el colegio mayor y que incluye diversas iniciativas de carácter social, como la escolarización de niños inmigrantes o las visitas a ancianos en asilos o a niños en la Escuela Infantil del Hospital Clínico de Santiago, entre otras.

Faro de Vigo