Un hogar luminoso y alegre

Biografía de MONTSE GRASSES. SIN MIEDO A LA VIDA, SIN MIEDO A LA MUERTE. (1941-1959) por José Miguel Cejas. EDICIONES RIALP MADRID

"¡Qué cariño había en aquella casa! Era verdaderamente uno de esos 'hogares luminosos y alegres' de los que hablaba el Padre... Nunca me dijeron 'vaya por Dios, que cruz nos ha caído encima' o 'qué desgracia tenemos en esta casa', ni nada parecido. Al revés, su madre, siempre que yo iba a acompañar a Montse, en vez de hablarme de sus penas, me preguntaba cómo estaba yo, cómo estaban mis padres, si mi madre se encontraba bien, si me gustaba la carrera que hacía en la Universidad y qué asignatura me costaba más... Se les veía a todos tan cerca del Señor que yo palpaba a Dios a través de su comportamiento. Porque esto de sonreír es fácil hacerlo un día. Pero un día y otro, y otro, y otro, y otro... y otro, y otro, y otro... y siempre con el mismo carácter... y siempre con el mismo cariño y la misma dulzura..."

"Recuerdo -sigue contando Rosa- que cuando a Montse el dolor se le hacía insoportable y ya no podía más, su madre nos pedía que saliéramos de la habitación, y se quedaba sola con su hija, y la consolaba:

-Montse, Montse, ya verás cómo se pasa... Hijita mía, quéjate; porque si te quejas te podemos ayudar mejor...

-No, no -le decía Montse, con lágrimas en los ojos-, no te preocupes, mamá, si estoy muy bien, si estoy muy bien...

Pero el ambiente de aquella casa no era dramático, o tenso, o deprimido, no: si hubiese sido así yo no lo hubiese podido soportar... Es curioso: a pesar de todo lo que estaba pasando, yo lo recuerdo como un ambiente muy agradable, especialmente durante aquellas navidades..."