Qué lejos llegarás

Biografía de MONTSE GRASSES. SIN MIEDO A LA VIDA, SIN MIEDO A LA MUERTE. (1941-1959) por José Miguel Cejas. EDICIONES RIALP MADRID

Se acababan los días de la Navidad. Las tertulias en Llar se volvieron más entrañables. Se entonaban los villancicos tradicionales y canciones de amor humano, que podían cantarse -como le gustaba repetir al Fundador- a lo divino", y que daban tema de oración. Ya lo decía San Agustín: el que reza cantando, reza dos veces. Una canción contaba la historia de un borrico de noria y sus notas se lanzaban al aire con acentos vibrantes. Hablaba de correr, saltar, ¡volar!, y explotaba en un:

¡Y olé la carga que llevo!

¡Y olé mi claro sendero!

siempre viejo y siempre nuevo...

...¡Ay, qué lejos llegarás

por esa senda redonda!

Cada vez será más honda

el agua que sacarás...

El día de fin de año, durante el desayuno, después de la Misa en el Oratorio de Llar, a la que asistieron algunas de las más jóvenes, como Ana María Suriol, Sylvia Pons, Carmen Salgado y Montse, Lía contó su entrevista del día anterior con el Obispo de Gerona, al que había visitado acompañada de Montse Amat. El Obispo, Mons. Cartanyà, las había recibido cordialmente y les había reiterado su afecto por el Opus Dei.

Las que vivían en Llar pasaron el último día del año bastante atareadas: como en la mayoría de los hogares españoles, en la cocina se libraba una carrera contra reloj. ¿Estaría todo a punto a la hora de la cena? Algunas lo dudaban. "Al final, como siempre, todo salió", concluyó, con tono victorioso, la que escribía el Diario.

A la hora de los postres hicieron un brindis, en el que dieron gracias a Dios, y le pidieron muchas vocaciones para el año próximo. En aquel año que dejaban atrás, Dios había sido muy generoso y les había enviado abundantes vocaciones. La última en pedir la admisión al Opus Dei había sido Montse. ¿Y en el 58? ¿Qué sucedería en el 58?