14 de febrero de 1930

Biografía de MONTSE GRASSES. SIN MIEDO A LA VIDA, SIN MIEDO A LA MUERTE. (1941-1959) por José Miguel Cejas. EDICIONES RIALP MADRID

Algo muy importante había sucedido poco tiempo antes en el alma del Fundador del Opus Dei. Menos de año y medio después de la fundación de la Obra, Dios le había hecho entender, el 14 de febrero de 1930, mientras celebraba la Santa Misa, un aspecto decisivo de aquel querer divino: Dios quería que también hubiera mujeres en su Obra.

"No pensaba yo que en el Opus Dei hubiera mujeres", contaría más tarde. "Pero, aquel 14 de febrero de 1930, el Señor hizo que sintiera lo que experimenta un padre que no espera ya otro hijo, cuando Dios se lo manda. Y, desde entonces, me parece que estoy obligado a teneros más afecto -comentaba a sus hijas en el Opus Dei-: os veo como una madre ve al hijo pequeño".

Dios le iba llevando paso a paso: al paso de Dios. Y el paso divino es imprevisible: unas veces camina por el alma con ímpetus ardientes; otras, con calma y lentitud; y otras, de forma totalmente inesperada. Así sucedió en el nacimiento del Opus Dei: el 2 de octubre, Dios se presentó de improviso. Y casi año y medio más tarde, cuando el Fundador pensaba haberlo entendido todo; a los pocos días de haber escrito: "Nunca habrá mujeres -ni de broma- en el Opus Dei", el 14 de febrero de 1930, Dios le hizo comprender lo contrario: "para que se viera -explicaba- que no era cosa mía, sino contra mi inclinación y contra mi voluntad".

Era "un modo de actuar" plenamente divino; una muestra de la sabiduría de la pedagogía de Dios con los hombres. "Si -en 1928- hubiera sabido -comentaba el Fundador- lo que me esperaba, hubiera muerto. Pero Dios Nuestro Señor me trató como a un niño: no me presentó de una vez todo el peso, y me fue llevando adelante poco a poco...".