4. Textos y referencias bibliográficas

Capítulo del documento "Textos y referencias bibliográficas de San Josemaría sobre el nazismo, el fascismo y el pensamiento totalitario"

Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer , p. 38

El hecho de que algunos miembros de la Obra estén presentes en la vida pública del país, ¿no ha politizado, en algún modo, el Opus Dei en España? ¿No comprometen así a la Obra y a la Iglesia misma?

Ni en España ni en ningún otro sitio. Insisto en que cada uno de los socios del Opus Dei trabaja con plena libertad y con responsabilidad personal, sin comprometer ni a la Iglesia, ni a la Obra porque ni en la Iglesia ni en la Obra se apoyan para realizar sus personales actividades.

Gentes formadas en una concepción militar del apostolado y de la vida espiritual, tenderán a ver el trabajo libre y personal de los cristianos como una actuación colectiva. Pero le digo, como no me he cansado de repetir desde 1928, que la diversidad de opiniones y de actuaciones en lo temporal y en lo teológico opinable, no es para la Obra ningún problema: la diversidad que existe y existirá siempre entre los miembros del Opus Dei es, por el contrario, una manifestación de buen espíritu, de vida limpia, de respeto a la opción legítima de cada uno.

Brian Crozier , "Franco. Historia y biografía" (2 vols.) Ed. Magisterio Español, Madrid, 1969.: "Franco. A biographical history", London, 1967. p.245

"La acusación de que el Opus Dei apuntaba a obtener poder político y que lo había logrado al fin, se extendió en febrero de 1957, cuando Ullastres y Navarro Rubio entraron a formar parte del Gobierno de Franco. Expuesta así, la acusación parece totalmente infundada, ya que se basa en una clara concepción errónea de lo que es el Opus Dei.

El Opus Dei no es -como sus enemigos piensan o querrían que los demás pensaran- un partido político; tampoco es un grupo político de presión, ni, en este caso, una especie de oficina de colocación para políticos.

En febrero de 1957, Franco no acudió a los directores del Opus Dei -como uno tendría que pensar leyendo los comentarios hostiles- para decirles: 'Tengo dos vacantes para un par de tecnócratas. Envíenme unos cuantos candidatos para que pueda escoger'. Esta no ha sido nunca la manera de actuar de Franco, incluso aunque hubiera sido el deseo del Opus Dei.

Lo que ocurrió fue algo mucho más pragmático y menos siniestro. Franco había oído hablar de los méritos intelectuales de Ullastres y Navarro Rubio y los hizo llamar, dando la casualidad de que eran miembros del Opus Dei. Al mismo tiempo, oyó hablar de los méritos intelectuales y técnicos de Castiella y Gual Villalbí, y también los mandó llamar, dando la casualidad de que no eran miembros del Opus Dei.

Con otras palabras: el Opus Dei no era un grupo político cuyos favores había que ganarse dándole una participación en el poder, como a los monárquicos, a la Falange o al Ejército".

"El Opus Dei ofrece ya [en esa época] una amplia diversidad de opiniones. Rafael Calvo Serer, por ejemplo, uno de los más destacados pensadores de la Obra es un monárquico entusiasta, mientras que Ullastres se muestra frío hacia la restauración. Otros matices de opinión van, desde el autoritarismo de derechas hasta una socialdemocracia cristiana de izquierdas"

José Andrés-Gallego, Antón M. Pazos, Luis de Llera

, "Los españoles entre la religión y la política: el franquismo y la democracia", Unión Editorial, 1996. p.138

"La gente del Opus Dei que se decidía por alguna opción de gobierno al comenzar los años sesenta prefería más bien la opción monárquica, que era a la postre la que abría el portillo más ajeno a lo confesional y a lo estatista; había además algunos carlistas, unos pocos demócratas y muchos que no optaban por nada, como la mayoría de los mortales, y comenzaba a abrirse entre los jóvenes camino el ideal de la socialdemocracia, a la sazón en boga en media Europa.

Dicho de otra manera: los miembros de la Obra compartían las mismas opciones políticas, y en parecida proporción, que predominaban entre los demás católicos españoles.

Con tres excepciones que -casi- brillaban entre ellos por su ausencia: una, las posturas de izquierda o próximas a la izquierda, que, sin necesidad de llegar al marxismo o al anarquismo, suscitaran recelos sobre su heterodoxia, aunque no fueran estrictamente heterodoxas; otra, la falangista 'auténtica', de ideario estatista (aunque había falangistas); la tercera, la del partido único católico y, por tanto, la de la democracia cristiana".

"Lecciones de Historia Reciente de España: Franquismo y Transición democrática ", de VV.AA. Centro de Estudios de Humanidades, Las Palmas de Gran Canaria, 1993.

"Abundan declaraciones de los directivos del Opus Dei y de los mismos protagonistas, que niegan tajantemente la vinculación entre su pertenencia a aquella institución de la Iglesia y sus militancias políticas, que respondían a su personal libertad y responsabilidad. Y tratándose de una organización y de unas personas honorables, que además carecían de motivos para ocultar la verdad, la insistencia en esa supuesta instrumentalización sólo puede ser justificada en virtud de prejuicios muy arraigados.

El profesor Tierno Galván, que sólo sacando las cosas de quicio puede ser considerado como parcial en esta materia, no tuvo inconveniente en reconocerlo así: 'El Opus Dei es una realidad que no voy a encubrir ni a denunciar. Existen personalidades políticas instaladas en el Poder y en la Administración, mientras que otros están en la oposición, y supongo que habrá otros en el limbo (...) Dicen -seguramente con razón- que no son un movimiento dirigido por una cabeza o un cónclave, sino que no tienen otra comunidad que la espiritual y en todo lo demás son libres' ("Don Quijote", 31.X.1968).

Giusseppe Romano , en Vittorio Messori, Opus Dei. Una investigación . Ediciones Internacionales Universitarias.

"Otra nota discordante la encontramos en la vida y en la obra de Rafael Calvo Serer, docente universitario, intelectual, editor y director de periódicos: uno de los hombres más relevantes en la vida cultural española de la posguerra. Miembro del Opus Dei, Calvo Serer se convierte en un monárquico liberal, orgullosamente adversario del régimen franquista. En 1953 es expulsado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas por haber publicado en París un ensayo crítico hacia la política interior del gobierno español.

En 1966 es editor del diario Madrid, hasta que cinco años después la censura impone su cierre. Calvo Serer, que había tenido que enfrentarse a numerosas acusaciones y procesos judiciales, se ve obligado a exiliarse en París. Al regresar a España sufre graves dificultades, y se le impide volver a abrir su periódico. Estará entre los fundadores de la Junta Democrática (entre los cuales se hallaba también Santiago Carrillo, secretario del Partido comunista Español), que prepara en la clandestinidad la llegada de la democracia a España. (...)

Otro miembro del Opus Dei en el diario Madrid, del que era director, es Antonio Fontán. Así describe el clima que se vivía en el periódico: "Nosotros los del diario Madrid nos veíamos como los abogados de la libertad pública, sobre todo de la libertad de asociación política, sindical y de opinión (...). Se pretendía fundamentalmente la introducción de una democracia parlamentaria, de elecciones libres y de un abanico de partidos políticos. La libertad no debía concederse poco a poco, sino en modo global" .

Conviene hacer notar que Fontán, catedrático de filología clásica, uno de los más conocidos opositores de Franco, en el nuevo clima posfranquista fue elegido senador y a continuación presidente del Senado. Como tal participó de modo decisivo en la elaboración de la Constitución democrática de España".

Javier Tusell, "Juan Carlos I. La restauración de la Monarquía", ed. Temas de Hoy, 1995. pp. 473-474.

"A finales de mayo de 1968 el diario 'Madrid' sufrió la primera sanción grave, siendo suspendida su publicación durante varios meses. Dentro del mundo periosdístico español, este diario se había convertido con el paso del tiempo en la máxima expresión del monarquismo disconforme con el régimen; representaba también el testimonio del cambio producido en la ideología de su principal inspirador, Rafael Calvo Serer (...). Si se cita el caso de 'Madrid' se debe a que su suspensión constituyó el principio de una serie de medidas contra el monarquismo".

"José Luis L. Aranguren. Medio siglo de Historia de España" de Feliciano Blázquez. Ed. Ethos, Madrid, 1994.

"Primero, [Calvo Serer] desde las páginas del diario de la tarde Madrid, que él, desde 1966, había convertido en el órgano más beligerante de oposición al franquismo, y que sería materialmente destruido por el entonces ministro de Información y Turismo, Sánchez Bella", p. 136, nota.

Pilar y Alfonso Fernández-Miranda, "Lo que el Rey me ha pedido" Plaza & Janés, 1995.

"Las diversas fuerzas políticas de la oposición antifranquista, situadas abiertamente extramuros del Estado, iniciaron en 1974, cuando se vislumbraba el inminente fallecimiento de Franco, un proceso de reorganización y convergencia que les permitiera aunar fuerzas y presentar un frente unido para la lucha política que se avecinaba.

En marzo de 1974 se constituía la Junta Democrática bajo la hegemonía del Partido Comunista de España e integrada además por la Asociación Socialista de Andalucía, el PSI de Tierno, el PTE, CCOO, independientes radicales (García Trevijano, Calvo Serer y Vidal Beneyto), asociaciones de barrios y grupos de intelectuales." p.43.

Giusseppe Romano , en Vittorio Messori, "Opus Dei. Una investigación". Ediciones Internacionales Universitarias.

Sobre la "impresionante supremacía del Opus Dei en los gobiernos franquistas", nada hay más elocuente que las cifras desnudas. Son éstas: de 116 ministros nombrados por Franco a lo largo de once gobiernos, desde 1939 hasta 1975, sólo ocho eran miembros de la Obra, de diversas tendencias políticas.

El primer gobierno español en el que hay miembros del Opus Dei es el nombrado el 25 de febrero de 1957. Ocho ministros entre 116, a lo largo de cuarenta años. De ellos, uno muere tres meses después del nombramiento y otros cuatro ocupan el cargo sólo en un gabinete.

John F. Coverdale "The Political Transformation of Spain after Franco" de. Praege Publishers, 1977.

"In recent years, 'technocrats' grouped around Laureano López Rodó also figured prominently in Franco's cabinets. This group was sometimes identified with Opus Dei, the Catholic lay association to which López Rodó belonged. Opus Dei, however, always protested against the use of its name in this context, pointing out that its members held diverse political views quite independent of their membership in the organization. This was clear enough at the time. One Opus Dei member, for instance, published in the early seventies a daily, 'Madrid', whose criticism of the regime led the government to shut it down in 1971. With the legalization of political parties, the political diversity of Opus Dei members has become even more evident. López Rodó and his 'technocratic' associates undoubtedly formed a coherent political group, but it cannot be identified with Opus Dei." p.15

George Hills "Franco. El hombre y su nación",  Librería Editorial San Martín, 1968. (v.o. inglesa).

"La entrada de dos, si no tres, miembros de esta organización [el Opus Dei] en el Gabinete de Franco hizo que los comentaristas hablasen del Opus Dei como de un partido político. Dado el caso de que todos ellos eran economistas, hubiera sido igualmente justificable hablar de una escuela de economía. En realidad, ni sus opiniones políticas ni económicas están unificadas". p. 463, nota 14.

José María García Escudero , "Vista a la derecha", Ed. Rialp. 1988.

"Como, de hecho, ni todos los miembros del Opus Dei que actuaron en política lo hicieron con los mismos criterios ni siquiera con criterios paralelos; ni los coincidentes en estos o aquellos criterios pertenecen exclusivamente al Opus Dei, optaré por hablar de 'tecnócratas' sin referirme con ello a ninguna institución religiosa. E incluso procuraré prescindir de una denominación que tan impropia parece respecto a los que se aplica". p.232.

Manuel Jesús González . "La economía política del franquismo (1940?1970)" de González. Ed. Tecnos, 1979.

"El cambio de 1957-1959 fue impulsado desde el exterior por los Organismos internacionales y directa e indirectamente por los EE.UU. En el interior del país la situación económica era grave; pero por sí sola no bastaba para hacer el cambio inevitable. (...) Sólo algunas personas intentaron una huida hacia adelante. Entrando en conflicto con elementos políticos e ideológicos tradicionales, rompieron las resistencias y forzaron una alternativa distinta de política económica.(...)

Muchos de los elementos con los que entraron en conflicto pensaron sinceramente que la operación era una traición al franquismo histórico; una maniobra política de gran habilidad para desnaturalizar el régimen. (...) Estos tecnócratas utilizaban en su lenguaje el mínimo de alusiones estrictamente necesarias a los principios doctrinales del sistema. Ello, naturalmente, añadía recelos y resistencias psicológicas". p.26.

"Esta resistencia inicial, al pasar los años se convertiría en una 'vendetta' contra los socios del Opus Dei en posteriores gobiernos del régimen franquista. Como quiera que los socios del Opus Dei que actuaban en política se repartían entonces como hoy entre distintas corrientes, he intentado dar forma más exacta y circunspecta al lenguaje cotidiano de modo que me sirva para el análisis. Por eso me ha parecido más útil no englobarlos a todos en una misma familia política y hablar de liberalizadores o primeros tecnócratas con diversas procedencias y con dispares creencias o actitudes en materia de religión, para caracterizar el pequeño grupo de políticos y técnicos que impulsó el giro de 1959". p.26, nota 5.

Paul Preston "Franco. Caudillo de España" de. Grijalbo-Mondadori, 1994. T.o.: "Franco. A Biography", Harper Collins Publishers, London, 1993.

"El hecho de que López Rodó también fuera un miembro de esta institución, llevó a especulaciones de que los tres constituían un bloque siniestro a las órdenes de una sociedad secreta (...) El resentimiento falangista, combinado con una disposición a creer en siniestras conspiraciones masónicas, dio nacimiento a la idea de creer que el Opus era algo así como una masonería o mafia católica". p.831 ed. española; p. 669 ed. inglesa.

"La llegada de los tecnócratas ha sido interpretada indistintamente como un plan del Opus Dei para hacerse con el poder, o como un movimiento inteligente de Franco para llenar los 'huecos vacíos'. En realidad, la llegada de los tecnócratas no fue ni siniestra ni astuta, sino más bien una respuesta pragmática y sin esquema fijo a un conjunto de problemas específico. (...) López Rodó fue escogido por Carrero Blanco. El dinámico Navarro Rubio fue elección del Caudillo. Franco le conocía desde 1949. Era procurador en Cortes por los Sindicatos y estaba muy bien recomendado por el ministro de Agricultura saliente, Rafael Cavestany." p.832 ed. española; p.669 ed. inglesa.

"Estaban surgiendo funcionarios brillantes y trabajadores cuyo primordial interés estaba más en obtener altos cargos dentro del aparato estatal que en llevar a la práctica el ideario de Falange. Ello era una verdad absoluta en el caso de hombres como López Rodó y Navarro Rubio, a quienes se tachaba de ser básicamente del Opus Dei pero que eran más exactamente parte de lo que se dió en llamar 'la burocracia de los números uno' (los que habían ganado oposiciones a los cargos superiores de la función pública o a cátedras universitarias cuando eran muy jóvenes). Otros funcionarios prominentes del franquismo en la década de 1960, como Manuel Fraga y Torcuato Fernández Miranda, eran habitualmente descritos como falangistas. (...) Resulta revelador que a principios de la década de 1960 hubiera más tensión entre López Rodó y Navarro Rubio que entre López Rodó y Fraga". p.863 ed. española.

Javier Tusell "Carrero,  La eminencia gris del régimen de Franco" Temas de Hoy, 1993.

"Del ascenso de López Rodó lo que asombra es la rapidez, pero no tiene, en cambio nada de extraño desde otros puntos de vista. Un ministro de Justicia como Iturmendi, que por su cartera debía tenerlas como preocupación, necesitaba, para la redacción de las Leyes Fundamentales, del asesoramiento de un catedrático de Derecho Público, Político o Administrativo". p.229.

"La respuesta es más matizada que una afirmación habitual en alguna historiografía de acuerdo con la cual en este momento se habría producido el ascenso súbito de los llamados tecnócratas, vinculados al Opus Dei. Lo verdaderamente súbito, incluso meteórico, fue en realidad el ascenso de Laureano López Rodó (...). Los demás cambios entran dentro de la lógica del sistema político de Franco". p.232.

"La controvertida cuestión acerca del ascenso al poder de los hombres relacionados con el Opus Dei puede resolverse de una manera bastante simple: eran técnicos en materias a las que no llegaba la especialización de Carrero, y el catolicismo de éste conectaba sin duda con el suyo". p.233-234.