45º Jornadas de Cuestiones Pastorales en Castelldaura

Más de un centenar de sacerdotes procedentes de las diócesis catalanas se reunieron el 26 y 27 de enero en Castelldaura (Premiá de Dalt, Barcelona), para reflexionar sobre los rasgos que deben definir al sacerdote católico

Coincidiendo con el Año Sacerdotal establecido por Benedicto XVI y en la misma semana de la beatificación del rector de Mataró Josep Samsó, las 45º Jornadas de Cuestiones Pastorales del Centro Sacerdotal Rosselló han puesto encima de la mesa una reflexión sobre la figura del sacerdote. Más de un centenar largo de presbíteros de todas las diócesis con sede en Cataluña han participado como público, y tres obispos y tres expertos han actuado como ponentes.

En su intervención, el arzobispo de Zaragoza, Mons. Manuel Ureña , ha destacado que “la solución a la escasez de clero está en procurar y buscar sacerdotes, no en considerar como ordinarias soluciones que son para situaciones extremas”. El arzobispo se ha referido, por ejemplo, a las situaciones en las que una comunidad no puede contar con un presbítero los domingos: a éstas ha recomendado que se reúnan para rezar, pero que “no vayan más allá de las normas establecidas”.

Según Mons. Ureña, la búsqueda de nuevos curas se debe complementar con “una distribución más ecuánime del clero” y con “pedir al clero una mayor disponibilidad”. Respecto a la pastoral vocacional, ha destacado el papel que juega la familia, y también ha insistido en la necesidad de no “omitir el adecuado discernimiento” de forma que los que accedan al sacerdocio reúnan condiciones. El arzobispo de Zaragoza ha tratado sobre la relación de la Eucaristía con el sacerdocio.

La mañana de miércoles han intervenido también Philip Goyret , profesor de Teología Dogmática de la Facultad de Teología de la Universidad de la Santa Cruz de Roma, y el Prof. Pere Montagut , director del Instituto de Teología Espiritual de Barcelona.

Goyret ha repasado la doctrina del Concilio Vaticano II sobre la unidad y el papel del sacerdocio en la vida de la Iglesia. Citando a Juan Pablo II, ha alertado del “riesgo de clericalizar al laicado y de secularizar al sacerdocio”. En su opinión, ha explicado que sacerdocio común y sacerdocio ministerial “son necesariamente complementarios para el pleno desarrollo de la vida de la Iglesia”.

Por su parte, Montagut ha profundizado en las implicaciones espirituales del ejercicio del ministerio sacerdotal. A su entender, “corresponde al sacerdote dar a los hombres el Redentor en persona: lo económico, social o político se podrá encontrar en otras partes”.

PONENCIAS DEL MARTES 26

El obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sebastià Taltavull , abrió las jornadas con una conferencia sobre las dimensiones del ministerio sacerdotal: enseñar, santificar y regir. Mons. Taltavull ha explicado que regir es especialmente servir a todo el mundo, dar la vida por los otros a imitación de Cristo “que no vino a ser servido sino a servir y a dar la vida”. En este sentido, ha animado a los presentes a estar “siempre muy disponibles, las 24 horas del día”, a las necesidades de los fieles y vivir “la unidad de vida desde la caridad pastoral”. El obispo ha remarcado la importancia de disfrutar con el trabajo sacerdotal: “debemos recuperar la ilusión: que se nos vea contentos y felices en nuestro ministerio”.

Por su parte, el profesor de Teología Espiritual a la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, Javier Sesé , ha reflexionado sobre la espiritualidad sacerdotal y la secularidad. En su opinión, el cura de Ars (San Juan Bautista María Vianney) representó un “gran hito vivencial”, porque “mostró con su ejemplo dónde está la esencia de la verdadera santidad vivida en el ministerio sacerdotal, independientemente de las condiciones humanas y sociales en que se desarrolle”. El experto de Pamplona también ha alertado del riesgo de confundir “secularidad y secularización”, “cuestión que, de hecho, en la práctica ha influido negativamente en la vida de muchos sacerdotes seculares”.

Por último, el obispo de Cuenca, Mons. José María Yanguas , ha ilustrado la necesidad de que el cura sea hombre de comunión, es decir, que “la tarea esencial de su ministerio es establecer la comunión de los hombres con Dios y de éstos entre sí”.

SOBRE LAS JORNADAS DE CUESTIONES PASTORALES

Estas jornadas nacieron el año 1965. Desde entonces unas cuatro mil personas y centenares de personalidades del mundo civil y eclesiástico han participado en esta actividad de actualización teológica y pastoral que promueve el Centro Sacerdotal Rosselló de Barcelona, de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación sacerdotal inseparablemente unida a la Prelatura del Opus Dei.

Esta iniciativa nació, en palabras de mn. Albert Barceló, director del Centro, “a sabiendas de la importancia capital que tiene la formación permanente del clero; de hecho éste es el único objetivo que nos mueve cada año a organizar este encuentro”. Las Jornadas de Cuestiones Pastorales quieren ser, pues, “además de una oportunidad de mejorar la propia formación sacerdotal, una ocasión para poner en común las propias experiencias pastorales y unas horas de verdadera comunión y fraternidad sacerdotal”.

Desde sus inicios, se han tratado cuestiones como la erradicación de la pobreza, laicismo y laicidad cristiana, el papel de la familia, la comunicación o los retos de la bioética en la acción pastoral. A menudo la temática ha coincidido con la celebración de algún año internacional convocado por Naciones Unidas. En las últimas ediciones se trató de ecumenismo, a propósito de la III Asamblea Ecuménica Europea organizada por la Iglesia católica y las comunidades cristianas de Europa, y de Jesús de Nazaret, con motivo de la aparición del libro homónimo de Benedicto XVI. El año pasado coincidió con una iniciativa también del Santo Padre, como fue el Año Paulino.