Distanciamiento de Escrivá del nacional-catolicismo de la posguerra

Capítulo de "El Fundador del Opus Dei y su actitud ante el poder establecido"

La encíclica Mit brennerger sorge de Pío XI, del 14 de marzo de 1937, que condenaba rotundamente el nazismo, sólo se pudo publicar completa en España un año después de su aparición y en unos ámbitos reducidísimos. Eso explica que el gran público ignorara su contenido y que el ambiente de la España de la posguerra estuviese mucho más sensibilizado ante el peligro comunista que ante las perversiones del régimen nazi, con el que el régimen franquista estaba aliado militarmente durante aquel periodo.

Sin embargo, en cuanto el Fundador tuvo noticia del contenido de esa encíclica consideró que era un deber moral suyo darla a conocer de forma íntegra al mayor número posible de personas; y así lo hizo.

El 2 de marzo de 1939 fue elegido un nuevo Papa, Pío XII. Pocas semanas después, el 16 de abril, dirigió una exhortación a “los dirigentes y los pastores de la Católica España para que iluminaran los corazones de las personas confundidas por el error, mostrándoles con amor las raíces materialistas y laicistas de donde procedían sus errores y sus desgracias”.

Trayendo a colación unas palabras que había dicho Franco, dijo el Pontífice: “No dudamos que todos aquellos que, como hijos pródigos, desean alcanzar la casa del Padre, serán acogidos con benevolencia y amor. A vosotros, venerables hermanos, os corresponde aconsejar a unos y a otros, de forma que todos, dentro de una política de pacificación, sigan los principios inculcados por la Iglesia y proclamados con tanta nobleza por el Generalísimo: justicia ante el crimen y bondadosa generosidad con las personas confundidas por el error [1] .

Benevolencia y amor, bondadosa generosidad… Hay constancia de que durante el periodo comprendido entre 1939 y 1945 se produjeron, al menos, unas 28.000 ejecuciones por razones políticas. Esa cruel represión -a pesar de las exhortaciones de los obispos, entre ellos el cardenal Goma, primado de Toledo- afectó a miles y miles de españoles, que fueron encarcelados y sufrieron condena durante largos años.

[1] Cfr. “Acta Apostolicae Sedis”, vol. 31 (1939), p. 151-154

    François Gondrand