Calle de Lista, ahora Ortega y Gasset

Recorrido histórico de los lugares fundamentales relacionados con la fundación del Opus Dei.

El paseante toma la calle Ayala, en dirección al Oeste y llega a la calle Príncipe de Vergara. Esta calle Príncipe de Vergara le conduce, si va en dirección a la Plaza de Castilla, hasta la Plaza del Marqués de Salamanca (en esos años, Plaza de Salamanca). Cruza esta Plaza del Marqués de Salamanca la calle Lista, llamada ahora calle de Ortega y Gasset.

En esta zona ocurrió el sucedido que narra el Fundador en sus Apuntes el 26 de julio de 1931, denota el ambiente anticristiano de la época:

Otro caso: la calle de Lista, al final. Venía este pobre cura, cansado, de la novena. Se destaca un albañil de una obra, que están haciendo y dice, insultante: “una cucaracha ¡hay que pisarla!”

Muchas veces voy haciendo los oídos sordos al insulto. Esta vez no pude. “¡Qué valiente -le dije-, meterse con un señor que pasa a su lado sin ofenderle! ¿ésa es la libertad?”

Le hicieron callar los demás dándome, sin palabras, la razón. Unos pasos adelante, otro albañil quiso de alguna manera explicarme el porqué de la conducta de su compañero: “No está bien, pero, ¿sabe usted?, es el odio”. Y se quedó tan tranquilo.

Desde la calle Lista (Ortega y Gasset) se llega hasta el nº 94 de la calle Velázquez. En el ático de este edificio, durante la guerra civil española, estaba un piso dependiente de la embajada de México donde residieron los parientes —padres y hermanos pequeños— de Álvaro del Portillo, por la nacionalidad mejicana de doña Clementina Diez de Sollano, madre de don Álvaro.

San Josemaría atendió en esta casa al padre de Álvaro del Portillo, Ramón del Portillo, que estaba enfermo de gravedad en las primeras semanas de septiembre de 1937, a causa de las penalidades de la guerra, haciéndose pasar por un asistente sanitario.

Era algo muy arriesgado, porque en ese tiempo proseguía la persecución religiosa y podían detenerle por su condición sacerdotal.

Ramón del Portillo falleció en este piso de la Embajada de México el 14 de octubre de 1937. Le acompañaban, además de su familia, Isidoro Zorzano.