De la calle Castelló a la calle de Ayala

Recorrido histórico de los lugares fundamentales relacionados con la fundación del Opus Dei.

Calle Castelló

Si avanza por la calle Goya en dirección al Este, el paseante cruza primero la calle Castelló, donde se encuentra el Colegio de El Pilar.

Colegio de El Pilar

Este colegio fue fundado en 1910 como colegio de institutrices por la duquesa de Sevillano. La función del colegio era recoger a niñas pobres, a las que se las educaba para poder ganarse la vida por sí mismas mediante la concesión del título de institutriz, maestra y directora de talleres. Posteriormente, pasó a los marianistas, quienes lo convirtieron en colegio masculino.

Fue construido entre 1910 y 1916 por el arquitecto Manuel Aníbal Álvarez Amorós, con rasgos neogóticos. En 1960 fue ampliado por el arquitecto Luis Moya Blanco, con un nuevo pabellón.

En su biografía sobre Álvaro del Portillo, comenta Salvador Bernal:

Recibió la primera Comunión el 12 de mayo de 1921 cuando era alumno del Colegio del Pilar. La ceremonia no se celebró en la capilla de ese centro educativo, sino en la parroquia de la Concepción, en la calle Goya: aquel día, comulgaron por vez primera ciento diez chicos y dos chicas.

Desde entonces, recibió a Jesús Sacramentado con mucha frecuencia, a pesar del esfuerzo que suponían las disposiciones vigentes para el ayuno eucarístico: de hecho, tenía que salir hacia el colegio en ayunas. Tomaba luego allí su desayuno, que llevaba envuelto con papel dentro del bolsillo. En El Pilar se celebraba a diario la Santa Misa, pero no era obligatoria: acudían sólo los que querían.

Como es natural, participaba activamente en otras devociones que se practicaban en el Colegio. En la madurez de su vida, no había olvidado los cantos que se entonaban durante el ejercicio del Vía Crucis:

"-En la última estación, la Sepultura del Señor -evocaba-, repetíamos unos versos muy malos, pero que ayudaban a remover el alma; a mí me siguen removiendo. Dice esa letra: al rey de las virtudes, / pesada losa encierra; / pero feliz la tierra, / ya canta salvación. Así es. Dios muere, para que nosotros vivamos; es sepultado, para que nosotros podamos llegar a todas partes. Por eso la tierra canta feliz la salvación".

En ese mismo Colegio celebró su primera Misa Álvaro del Portillo el 28 de junio de 1944 . Le asistieron el P. Aguilar, O.P. y el director del colegio, P. Florentino Fernández, S.M.

Calle de Ayala

Luego, por la calle Príncipe de Vergara, el caminante llega a la calle del General Pardiñas y por último a la calle del General Díaz Porlier.

Subiendo por esta calle del General Díaz Porlier en dirección a la Plaza de Castilla, el paseante cruza primero la calle Hermosilla y se encuentra luego con la calle Ayala.

El 31 de agosto de 1937, cuando el Fundador pudo salir, al fin, de la Legación de Honduras, con una documentación que le permitía circular por Madrid, aunque de un modo precario, se instaló en un ático de esta calle Ayala, en el nº 67, donde había una pensión.

Antes de su marcha definitiva había hecho una salida esporádica para hacer algunas gestiones concretas: fotografías, etc.

Desde este alojamiento el Fundador salió para Valencia en coche, el 8 de octubre de 1937, acompañado por José María Albareda, Tomás Alvira y Manuel Sáinz de los Terreros, para emprender una travesía por los Pirineos que le llevó hasta la zona de España en la que podría ejercer libremente, sin peligro de muerte, su ministerio sacerdotal.

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