Asilo Porta Coeli

Recorrido histórico de los lugares fundamentales relacionados con la fundación del Opus Dei.

El Venerable Padre Francisco de Asís Méndez Casariego fundador de las Hermanas Trinitarias, fundó un hogar en este lugar para los niños abandonados y explotados de la ciudad: el "Porta Coeli".

Allí falleció santamente el 1 de abril de 1924. Una capilla en la Catedral de la Almudena evoca la figura de este santo sacerdote.

José María Somoano, capellán del Asilo Porta Coeli

José María Somoano capellán del Asilo Porta Coeli colaboró estrechamente con san Josemaría en los comienzos del Opus Dei, al que se vinculó en 1932

Los "golfillos"

José María Somoano, un joven sacerdote asturiano que colaboró con el Fundador en los comienzos del Opus Dei, fue capellán de este Asilo, tras el fallecimiento del Padre Méndez, a quien don Daniel García Hughes, su profesor de Historia Eclesiástica, consideraba un santo y cuya figura le había impresionado tanto desde sus años de Seminario.

Desde que don Daniel hizo aquellos comentarios en clase, se había fijado especialmente en aquel anciano canónigo, cada vez que le veía entrar y salir de la catedral; se había informado sobre sus fundaciones; tras su muerte, el 1 de abril de 1924, había venido a ver la habitación pobrísima en la que vivía, donde atendía "a los chicos, muchos llenos de miseria, niños que primero buscaba y de quien se hacía acompañar, como si fuera los que más le honraban".

Poco después, las religiosas que atendían el asilo pidieron a Somoano que hablase con los testigos de su vida y revisase los escritos y cartas del Fundador, para dárselas a don Daniel, que estaba recogiendo material para su biografía, con vistas al proceso de Canonización.

Aquellas notas, escritas en papeles viejos y usados, conmovieron hondamente su alma de sacerdote joven. "Lo más difícil para mí —había escrito el Padre Méndez— cuando trato de emprender una obra es saber si Dios quiere que la haga. Una vez convencido de esto, ya tengo las dificultades solucionadas; porque no puede Dios llamarme a hacer una obra sin darme los medios necesarios".

En los talleres del Asilo les enseñaban —como deseaba el Padre Méndez— trabajos manuales de ebanistería, imprenta, carpintería o broncería ...a los que querían, porque muchos desaparecían de pronto, saltando la tapia -era la costumbre- aunque podían irse libremente por la puerta principal...

Somoano se desvivía por aquellos muchahos y hacía todo lo posible por ayudarles humana y espiritualmente, acercándolos a los sacramentos y promoviendo actividades que hoy calificaríamos de integración social.

Asilo Porta Coeli: San Josemaría y el primer círculo de formación cristiana del Opus Dei

En este lugar -en el que se alza en la actualidad el moderno edificio que se ve en la fotografía- dio el Fundador el primer círculo de formación cristiana el 21 de enero de 1933. Uno de los asistentes fue Juan Jiménez Vargas. Contaba san Josemaría en sus Apuntes íntimos:

El sábado pasado, con tres muchachos y en Porta Caeli di comienzo, g.a.D., a la obra patrocinada por S. Rafael y S. Juan. Hice después de la charla, exposición menor, y les di la bendición con el Señor. Nos reuniremos los miércoles.

"A Juan -relata Vázquez de Prada- le impresionaron la fe y devoción que trascendían de los gestos y oraciones litúrgicas, «sobre todo, la manera de tener la custodia en sus manos y dar la Bendición». Años más tarde explicaría el sacerdote por dónde andaba su pensamiento al dar aquella bendición con el Santísimo:

Al terminar la clase, fui a la capilla con aquellos muchachos, tomé al Señor sacramentado en la custodia, lo alcé, bendije a aquellos tres..., y yo veía trescientos, trescientos mil, treinta millones, tres mil millones..., blancos, negros, amarillos, de todos los colores, de todas las combinaciones que el amor humano puede hacer.

Y me he quedado corto, porque es una realidad a la vuelta de casi medio siglo. Me he quedado corto, porque el Señor ha sido mucho más generoso.

San Josemaría atendió espiritualmente a los golfillos que se educaban en este Asilo durante los años treinta.

Recordaba el 19 de marzo de 1975 en Roma, que algunos de los muebles y cosas que le habían regalado para la Academia DYA las llevé al asilo de Porta Coeli, donde trabajaba dirigiendo cariñosamente, afectuosamente, a los golfos que estaban allí recogidos.

Por la calle García de Paredes llega hasta la calle de Santa Engracia. Desde esta calle de Santa Engracia se ve, hacia abajo, la cercana Glorieta del Pintor Sorolla. Esta fue una zona que conoció profundamente el Fundador del Opus Dei.