Calle Larra

Recorrido histórico de los lugares fundamentales relacionados con la fundación del Opus Dei.

Subiendo la calle Hortaleza, el paseante deja atrás, a su izquierda, la calle de Santa Brígida, y tuerce por la calle de San Lorenzo hasta llegar a la de San Mateo, que le llevará, cuesta abajo, hasta la calle de Fuencarral.

Subiendo la calle Fuencarral el paseante llega hasta los Jardines del Arquitecto Ribera, junto al Museo Municipal. Este Museo tiene su sede en la casa, con magnífica portada, que Pedro de Ribera levantó para Hospicio. Contiene numerosas obras de arte relacionadas con Madrid: cuadros, planos, porcelanas y retratos de madrileños ilustres.

La primera calle que cruza la calle Fuencarral, tras los jardines, es la calle Barceló, por la que el paseante comienza a caminar, torciendo a la derecha. El paseante comienza a recorrer la calle Barceló, hasta encontrarse, tras la calle Churruca, con la calle Larra.

En esta calle Larra, vivió San Josemaría desde el 1 de mayo de 1927 hasta noviembre del mismo año, en una Residencia Sacerdotal que dirigían las Damas Apostólicas situada en el actual nº 9. Este edificio, totalmente restaurado es en la actualidad una residencia de la Tercera Edad.

Un poco más adelante, a la derecha, en esta misma calle Larra, se encuentra un edificio que fue sede desde 1908 a 1963, de importantes periódicos, como “El Sol”, en los que escribían figuras de la intelectualidad española.

Fidel Gómez, un sacerdote que convivió con Josemaría Escrivá en esta Residencia de la calle Larra, recuerda: “estábamos comentando algún acontecimiento que ahora no recuerdo, y me habló de la necesidad de hacer apostolado también con los intelectuales, porque, añadía, son como las cumbres con nieve: cuando ésta se deshace, baja el agua que hace fructificar los valles. No he olvidado nunca esta imagen, que tan bien refleja ese ideal suyo de llevar a Cristo a la cumbre de todas las actividades humanas”