Plaza de Oriente, Palacio Real

Recorrido histórico de los lugares fundamentales relacionados con la fundación del Opus Dei.

Desde la Cuesta de la Vega, donde comienza esta sexta etapa, se puede retornar por la calle Bailén hasta el Palacio Real.

En esta zona estaba la fortaleza árabe del siglo IX, levantada durante los años 852 y 886 por Mohammed I. Sobre esa fortaleza árabe se construyó el antiguo alcázar.

Este alcázar sufrió numerosos desastres —como el terremoto de 1466— ; asedios como el de los comuneros. Ha sufrido numerosas reestructuraciones a lo largo de su historia y pereció a causa de un gran incendio la noche del 24 de diciembre de 1734.

En este Alcázar vivieron, entre otros, Francisco I de Francia, en calidad de prisionero, y la mayoría de los austrias. Felipe V, el primer rey Borbón español, nieto de Luis XIV de Francia, impulsó la realización, en ese mismo lugar, de un nuevo Palacio Real.

La primera piedra de este palacio se colocó en 1738 con la inscripción “para la eternidad”. Las obras duraron 20 años, y trabajaron en el proyecto y la realización los arquitectos Jubara, Sachetti y Sabatini.

Inauguró el nuevo Palacio Real el Rey Carlos III en 1764. Sabatini ideó colocar sobre la fachada las estatuas de todos los Reyes de España y sus esposas, pero estas estatuas, aunque se hicieron, nunca llegaron a colocarse en su lugar, sobre la fachada del Palacio por causas desconocidas.

La tradición cuenta que la Reina Isabel de Farnesio soñó que todas las estatuas caían sobre ella a causa de un terremoto, e impidió que se colocasen. En la actualidad esas estatuas se encuentran repartidas entre la Plaza de Oriente, el Parque del Retiro y varias ciudades españolas.

Junto a la calle Bailén está la Plaza de Oriente. Preside la plaza una estatua escuestre de Felipe IV obra del escultor florentino Pedro Tacca.

Ópera de Madrid

Ópera de Madrid

Esta Plaza fue ideada en 1811 por el Rey José I, hermano de Napoleón Bonaparte. Se le dio la forma actual en tiempos de Fernando VII y de Isabel II. Ha sido escenario de numerosos acontecimientos históricos y es uno de los lugares más populares de Madrid.

Cuando san Josemaría la vió por primera vez, esta Plaza no tenía la distribución actual. Era un lugar de reunión y de diversión infantil, con un burrito que paseaba a los niños en un carro lleno de banderolas, cintas y cascabeles por todo el perímetro de la Plaza.

La estatua ecuestre estaba cercada por una verja de barrotes pintados de color verde oscuro, y las estatuas de los reyes, unidas de dos en dos, la rodeaban por completo.