Al servicio de la Iglesia

S.E.R. Cardenal Norberto Rivera Carrera atestiguó la dedicación de la Parroquia de San Josemaría celebrada por Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei. La nueva Parroquia se erigió en la comunidad de Santa Fe para servir a la Arquidiócesis de México.

S.E.R. Cardenal Norberto Rivera erigió la Parroquia de San Josemaría Escrivá.

La dedicación de la Parroquia de San Josemaría, en Santa Fe, Ciudad de México, se llevó a cabo el 28 de julio de 2009 en el marco de la solemne celebración eucaristía.

En el año 2002, el Sr. Cardenal pidió al Opus Dei construir una iglesia dedicada al Fundador del Opus Dei en esta zona del Distrito Federal donde conviven, apenas separados, el México moderno y otro prácticamente ignorado por el progreso y la prosperidad.

Tres años después, el Arzobispo Primado de México bendijo la primera piedra. Transcurrieron entonces algunos años de intensa actividad espiritual y material. La comunidad asistía a instalaciones provisionales donde se celebraba la Santa Misa y el edificio crecía conforme las gestiones de un grupo de laicos hacían posible la obtención de recursos.

Este edificio hace vislumbrar el misterio de la Iglesia, a la que Cristo santificó con su sangre, para presentarla ante sí como Esposa llena de gloria...

Así llegó el 28 de julio de 2009, Año Sacerdotal en toda la Iglesia, y a invitación del Cardenal Rivera fue el Prelado del Opus Dei quien presidió la entrañable ceremonia de dedicación en la que la Parroquia fue consagrada para el anuncio de la palabra de Dios, la celebración de los sacramentos y el servicio de la caridad.

Al inicio de la ceremonia, el Sr. Cardenal recibió tanto las llaves como los planos de la Parroquia, símbolo tangible de su razón de ser: un lugar donde los fieles, los sacerdotes y los administradores trabajen por y para la Iglesia de México, mediante la transmisión de la fe y el amor a Jesucristo.

Mons. Javier Echevarría celebró la solemne dedicación.

En su homilía, Mons. Javier Echevarría agradeció el esfuerzo realizado para la edificación de la iglesia y la invitación del Cardenal Rivera para presidir la ceremonia. También recordó el mensaje de san Josemaría Escrivá de Balaguer: que todas las personas, de todos los países y de todos los ambientes, están llamados a buscar la santidad que Cristo predicó.

Añadió que esta obra de servicio a la Iglesia, a las almas y a la humanidad ha de realizarse con oración, expiación y un optimista anuncio del Evangelio pues hay mucha gente que está esperando ayuda para conocer íntimamente a Dios y así cultivar la amistad “del que no traiciona, el que no abandona. Y para un cristiano, conocer, tratar y amar a Cristo es lo esencial. Sólo así cumpliremos los designios del Señor (…)”.

La imagen de san Josemaría es obra de Martha Orozco.

Como parte de la ceremonia de dedicación, Mons. Echevarría colocó bajo el altar una reliquia de san Josemaría, canonizado en 2002 por el Siervo de Dios Juan Pablo II. Otros ritos ceremoniales fueron la bendición y aspersión del agua, la liturgia de la palabra, la letanía de los santos, la unción del altar y de los muros de la iglesia, así como la incensación e iluminación del altar y de la iglesia.

En la Eucaristía participaron también S.E. Mons. Carlos Briseño Arch, O.A.R., Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México y S.E. Mons. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, Arzobispo de la Arquidiócesis de Yucatán.