Plaza de San Juan y calle de Jesús

Recorrido histórico de los lugares fundamentales relacionados con la fundación del Opus Dei.

Esta calle del Fúcar, por la que sigue caminando el paseante, termina en la Plaza de San Juan. En esta pequeña plaza confluyen además, otras tres calles: la calle de Moratín, la calle de Santa María, y la calle de Jesús.

En una de las casas de esta plaza se puede leer, en una gran placa de mármol blanco, la siguiente inscripción: En esta casa nació a 10 de Marzo de 1760 el Insigne Poeta Dramático D. Leandro Fdnz de Moratin. Reedificada en 1892.

Calle de Jesús

En esta Plaza de San Juan comienza la calle de Jesús, que empieza a recorrer el paseante.

Al final de esta calle de Jesús, tras cruzar la calle de Lope de Vega, está la Plaza de Jesús y la Basílica y Parroquia de Jesús de Medinaceli, de gran devoción popular en Madrid. La fotografía recoge una instántanea de las largas hileras de personas que aguardan horas en la calle, para ir a venerar a Jesús.

Según Répide esta imagen de Jesús de Medinaceli ya gozaba de gran veneración en el siglo XVIII: “Fue cautiva , el año 1681, por Muley Islam, rey de Fez, en el fuerte de la Mamora, y rescatada al año siguiente por los Trinitarios con otras imágenes y vasos sagrados, y colocada en este templo, donde el Duque de Medinaceli le costeó un suntuoso retablo de mármoles traídos de sus estados de Andalucía”. Este templo se llamaba iglesia de Jesús.

Basílica de Jesús de Medinaceli

Del antiguo convento de Trinitarios Descalzos sólo se conserva esta imagen, porque la iglesia de Jesús fue destruida por las tropas napoleónicas. La iglesia actual, al cuidado de religiosos capuchinos, se construyó en el siglo XX. Es obra de Jesús Carrasco.

Todos los viernes del año, y en especial el primer viernes de Marzo, se congregan numerosos devotos en esta Basílica para venerar a Jesús de Medinaceli. Con frecuencia tienen que aguardar durante varias horas para entrar en el templo, en una larga cola que rodea toda la manzana de edificios.

El 26 de noviembre de 1931 escribió el Fundador en sus Apuntes íntimos:

Después de la Sta. Misa, hoy, en la acción de gracias y más tarde en la iglesia de los Capuchinos de Medinaceli, el Señor me ha inundado de gracias.

Se cumplió lo del Salmo “inebriabuntur ab ubertate domus tuae: et torrente voluptatis tuae potabis eos”. Lleno de gozo con la Voluntad de Dios, siento que le he dicho con San Pedro: ecce reliqui omnia et secutus sum te.

Y mi corazón se dio cuenta del “centuplum recipies”... Verdaderamente, he vivido el Evangelio del día.

El 26 de noviembre de 1931 Josemaría Escrivá estuvo en la exposición con el Santísimo en la iglesia de Jesús de Medinaceli. Aquel día escribió:

Y entonces comprendí muchas cosas: No soy menos feliz porque me falte que si me sobrara: ya no debo pedir nada a Jesús: me limitaré a darle gusto en todo y a contarle las cosas, como si El no las supiera, lo mismo que un niño pequeño a su padre.

Desde la Basílica de Jesús de Medinaceli arranca la calle Duque de Medinaceli por la que sigue caminando el paseante.

En la acera de la derecha de esta calle Duque de Medinaceli se alza el edificio del Hotel Palace. En la acera de la izquierda de esta calle Duque de Medinaceli, en los números 4 y 6, se puede contemplar el edificio del antiguo Palacio del Hielo y del Automóvil, que albergaba una gran pista de patinaje y una exposición de automóviles modernos.

En la actualidad este edificio es sede de un centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de un centro de la Comunidad de Madrid. El proyecto es del arquitecto belga Edmon de Lune. Es obra de los arquitectos Gabriel Abreu y Fernando García Mercadal. Este edificio fue adquirido en 1928 por el Estado para Centros de Estudios Históricos y ha sufrido desde entonces sucesivas reformas.