Las empresas de mi vida

Una joven valenciana, Marina Rubio, habla de sus proyectos vitales y profesionales.

Aunque podría decir que conozco el Opus Dei desde pequeña, porque mi madre es cooperadora, realmente mi trato más directo con personas de la Obra se dio a partir de COU.

Me llamó la atención la alegría de las chicas que conocí y el ambiente de confianza del Centro, en el que me sentía como en mi casa. Pero el elemento podríamos decir “clave”, que me sirvió para entender la Obra, fue una reunión que hubo en Valencia con el Padre, Monseñor Echevarría, en 1995, al que asistí.

Trató de muchas cuestiones, pero a mí me impresionó especialmente cómo hablaba de la misión y el trabajo de las numerarias auxiliares. Explicaba que la Obra estaba en sus manos y que de ellas dependía la expansión del Opus Dei en todo el mundo. Y a partir de entonces empecé a reflexionar sobre el trabajo material -y no tan material- que realiza la administración en cada centro. Y me di cuenta de que por medio de ese trabajo cuidan de las personas del Opus Dei, crean un ambiente de familia, rezan e impulsan la labor apostólica en todas partes. Y decidí pedir la admisión como numeraria auxiliar.

Al acabar COU empecé a estudiar Empresariales, que compaginaba con mi trabajo en la Administración. A algunas de mis compañeras les sorprendía mi tipo de vida, aunque no demasiado, porque hoy cada uno vive como quiere... Mis amigas lo fueron comprendiendo poco a poco cuando les explicaba que yo deseaba vivir mi vocación cristiana santificando mi trabajo; y que mi trabajo tenía dos vertientes en aquellos momentos: por una parte estaba la atención de la administración y por otra, mis estudios. Se trataba, en definitiva, de sacar adelante un hogar y de cuidar de los míos, como hacen tantas madres de familia; y de prepararse para hacerlo con la máxima competencia profesional.

Lo comprendían mejor cuando les explicaba que el Opus Dei es mi familia; y que la casa que cuidaba, no era algo ajeno, sino mi casa; yo sacaba adelante lo mío, ocupándome de los míos, la gente de la Obra. Y para eso la carrera de Empresariales me parecía especialmente útil, sobre todo algunas asignaturas como contabilidad, organización, recursos humanos, etc., que son vitales para administrar bien una casa. Ya sé que es un lugar común decir que sacar adelante una casa -en mi caso, un centro del Opus Dei- es lo mismo que sacar una pequeña empresa; pero es verdad. Ahora estoy leyendo "Si Harry Potter dirigiera General Electric", de Tom Morris, y me resulta muy sugerente.

Un sistema de formación muy enriquecedor

Estoy trabajando en un sistema de formación nacido en Inglaterra, el NVQ, Nacional Vocational Qualification, que es muy enriquecedor, al menos para mí, porque me permite desarrollar mi trabajo y preparar profesionalmente a las personas interesadas en este campo de la administración. Para el mundo hotelero, de la restauración, etc., permite simplificar mucho las plantillas, que es uno de los grandes retos de la hostelería desde el punto de vista empresarial. Y se consigue un buen equilibrio entre el número de personas, el trabajo y la calidad.

Se basa en este principio: el aprendizaje debe darse en una situación real de trabajo. Mediante diversas actividades los alumnos -que en este sistema se denominan los "candidatos"- van desarrollando diversas habilidades y métodos técnicos, para realizar con eficacia su trabajo, siempre con la ayuda de asesoramientos personales. Es un sistema formativo muy valorado en toda Europa, por su gran eficacia, y precisamente aquí en Valencia es donde se está poniendo en práctica por primera vez en España.

Yo completé mi formación en Holanda, y ahora me ocupo de la preparación de candidatos. En concreto, soy la persona que debe certificar que realmente están preparados desde el punto de vista práctico.

Además, el NVQ ayuda a estructurar la cabeza, porque se desarrollan métodos muy diversos, con los que se supera esa cierta tendencia a la improvisación que hay en estos trabajos, mostrándote los que resultan más eficaces en la práctica. Todo esto es muy aplicable a la Administración, que es mi principal trabajo. Si estoy en la cocina, por ejemplo, es esencial la organización: saber leer una receta, estudiarla y seguir los pasos ordenadamente. Porque no puedes echar el arroz sin tener elaborado el sofrito o ya buscados los ingredientes.

O, por ejemplo, adquirir recursos para superar la parte de improvisación que siempre tendrá el trabajo, porque un día un proveedor se retrasa y te falta un ingrediente o cambia de repente el número de personas que vienen a comer. Hay que aprovechar las incidencias y aprender a buscar soluciones rápidas, porque como yo digo a los candidatos, esas cosas nos van a ocurrir siempre.

Me parece que el NVQ ayuda mucho a profesionalizar el trabajo de la Administración. Las numerarias auxiliares jóvenes, como yo, quizá comenzamos a trabajar con muy poca idea, y este sistema nos ayuda a aprender bien las técnicas, para luego añadirles el detalle, el toque familiar –que también hay que aprenderlo- porque estamos en casa.

Mucho más

Hace unos días, una chica que no conoce nada del Opus Dei, y que me estaba ayudando en un determinado trabajo, me decía: "Esto es familia". 

-¿Por qué lo dices?, le pregunté. 

-Por que cuidáis a la gente. Es algo que se nota: el servicio de unos por otros. Y más que cuidar, se ve que os preocupáis por cada persona...