Cada cual vive su propia vida

“La herencia de Mons. Escrivá de Balaguer”, escrito por Luis Ignacio Seco.

La pregunta va dirigida a Mons. del Portillo: ¿Cómo funciona la relación entre el Opus Dei como institución y cada uno de sus miembros?

«Los miembros del Opus Dei se comprometcn a procurar alcanzar la santidad y a difundirla desde el lugar que cada uno ocupa en el mundo, por medio de su trabajo profesional y de sus ocupaciones cotidianas. Para cumplir este compromiso, tienen el derecho de que la Prelatura les ayude a través de una continua y exigente asistencia espiritual. Esta formación se recibe personalmente, o en grupos reducidos, por medio de clases, charlas, retiros espirituales, etc.».

»Cada uno vive –añadía después– donde Su situación familiar, laboral, etc., le aconseje. Y se organiza libremente su existencia y su propio trabajo profesional, en el que los Directores de la Obra no intervienen ni interfieren».

A1 preguntar al Prelado del Opus Dei si los miembros de la Prelatura reciben detcrminadas orientaciones o ayudas de orden político, económico, social, etc., la respuesta es rápida, inmediata: «No, eso ya lo sabe todo el mundo y lo hemos repetido mil veces. Cada uno elige el trabajo que desea y lo desempeña con absoluta libertad. (...) Por lo que se refiere a apoyos, ayudas, etc., le aseguro tajantemente que no se han dado ni se darán. Si alguno intentara servirse de la Prelatura para medrar, el organismo del Opus Dei detcctaría ese cuerpo extraño y lo expulsaría enseguida, sin mayores miramientos».

A la vez que insiste en la plena libertad de cada miembro del Opus Dei, y en la finalidad exclusivamente espiritual de la Prelatura, Mons. del Portillo subraya también el contenido ético, moral, del trabajo que cada uno desarrolla: «Para venir a la Prelatura se debe ejercitar un trabajo honrado; y la formación doctrinal y ascética que se recibe en el Opus Dei ayuda a realizar esa tarea cada vez con mayor lealtad a la sociedad, con deseos y realidades de servicio a los demás, dejando de lado todo egoísmo, cualquier injusticia. Sin esas bases, sería ingenuo o hipócrita hablar de santificar el trabajo y santificarse en el trabajo».