Álvaro del Portillo

"La fundación del Opus Dei". Libro escrito por John F. Coverdale, en el que narra la historia del Opus Dei hasta 1943.

Al igual que los demás miembros de la Obra diseminados en la zona nacional, del Portillo trató de acercar a Cristo a sus compañeros con la palabra y el ejemplo. Tan pronto como llegó a la Academia, pidió permiso al coronel para asistir a Misa todas las mañanas en un convento cercano y prometió regresar siempre antes de la revista. El coronel lo autorizó, pero le dijo que se desentendía de lo que pasara si era detenido por la policía militar o cualquier otro. Naturalmente, los compañeros veían a del Portillo levantarse antes que el resto y le preguntaron... Al final del periodo de instrucción de oficiales, treinta iban con él a Misa todos los días.

Desde principios de 1939, Escrivá comenzó a apoyarse especialmente en del Portillo, que se convirtió en su colaborador más estrecho y le sucedió al frente del Opus Dei después de su muerte. El 10 de febrero de 1939, Escrivá fue a verle a él y a Rodríguez Casado. Les predicó la meditación con el pasaje del Evangelio en que Jesús otorga a Simón su nuevo nombre, Pedro. El comentario de Escrivá a esos párrafos era el siguiente: “Tu es Petrus,... saxum –eres piedra,...¡roca! Y lo eres porque quiere Dios. A pesar de los enemigos que nos cercan,... a pesar de ti... y de mí... y de todo el mundo que se opusiera. Roca, fundamento, apoyo, fortaleza,... ¡paternidad!” [1] . Aunque la meditación se dirigía a los dos, Escrivá aplicó el sobrenombre de roca especialmente a del Portillo. Le escribió unos días más tarde y repetía la metáfora: “Jesús te me guarde, Saxum. Y sí que lo eres. Veo que el Señor te presta fortaleza, y hace operativa mi palabra: saxum! Agradéceselo y séle fiel, a pesar de... tantas cosas (...)” [2] .

[1] Salvador Bernal. RECUERDO DE ÁLVARO DEL PORTILLO. Ediciones Rialp. Madrid 1996. p. 67

[2] Ibid. p. 67