Ser poeta

Alexander Zorin, un eminente intelectual y poeta ruso, de religión ortodoxa, reflexiona en este ensayo sobre las enseñanzas de Josemaría Escrivá

Se puede versificar muy bien y ser tan sólo eso: un versificador. Ser poeta es algo más, mucho más. Ser poeta significa tener una percepción singular y personal del mundo. Un versificador se limita a repetir las percepciones ya conocidas. Un simple versificador puede ser buen cristiano, pero no debe aspirar a nada más en el ámbito literario, ya que no es un verdadero autor.

¿Que hacer en esos casos? Con frecuencia me encuentro con personas que se plantean esto. Yo procuro llevarlos hasta el límite de su capacidad, en el que descubrirán su propia verdad: sus ansias de talento, sus ambiciones escondidas, su amor propio disimulado. Y les recuerdo el consejo: “No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte” (Camino, 34), …la muerte de las virtudes ficticias y del engreimiento enfermizo.