El primer número contiene un artículo sobre el epistolario y la amistad del que fuera obispo de Ávila, Mons. Santos Moro, y el Fundador del Opus Dei, y se publican textos de las cartas que se escribieron entre 1938 y 1939.
Mons. García Burillo destacó la impresión que en los primeros encuentros de los años 30 dejó San Josemaría en Santos, y explicó que éste último captó muy bien el carácter sobrenatural de lo que Dios pedía al fundador del Opus Dei. El actual obispo de Ávila expuso algunos aspectos de la relación del fundador de la Obra con su Diócesis, como su participación en 1935 en una romería a la ermita de Nuestra Señora de Sonsoles.
De esta peregrinación, que se recuerda en una placa colocada en el muro de la ermita, se conserva un breve relato del propio San Josemaría, publicado en su libro de homilías "Es Cristo que pasa": «Viene ahora a mi memoria una romería que hice en 1935 a una ermita de la Virgen, en tierra castellana: a Sonsoles. No era una romería tal como se entiende habitualmente. No era ruidosa ni masiva: íbamos tres personas. Respeto y amo esas otras manifestaciones públicas de piedad, pero personalmente prefiero intentar ofrecer a María el mismo cariño y el mismo entusiasmo, con visitas personales, o en pequeños grupos, con sabor de intimidad. En aquella romería a Sonsoles conocí el origen de esta advocación de la Virgen. Un detalle sin mucha importancia, pero que es una manifestación filial de la gente de aquella tierra. La imagen de Nuestra Señora que se venera en aquel lugar, estuvo escondida durante algún tiempo, en la época de las luchas entre cristianos y musulmanes en España. Al cabo de algunos años, la estatua fue encontrada por unos pastores que –según cuenta la tradición–, al verla comentaron: ¡Qué ojos tan hermosos! ¡Son soles! ».
El obispo destacó también la profunda admiración de San Josemaría por algunos santos abulenses, como Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
En el acto intervinieron Pedro Álvarez de Toledo, vicario de la Prelatura del Opus Dei; Tomás Sobrino, canónigo del Cabildo de la Catedral; Nicolás González, vicario judicial de la Diócesis, y Constantino Anchel, investigador del centro Escrivá.