Avemarías en rumano y "calé"

La Asociación Religiosa Pastoral Gitana y una peregrinación de familias rumanas son algunas de las últimas visitas que ha recibido la Virgen en el Santuario de Torreciudad en torno a los primeros días de mayo

Majarí Calí, la Virgen Gitana.

Algunos adelantados empiezan a celebrar el mes de mayo a finales del abril. Es el caso de la Asociación Religiosa Pastoral Gitana. Integrada por familias procedentes de Francia, Italia y España, esta asociación (que se preparaba esos días para conmemorar la festividad del Beato Ceferino Giménez Malla “El Pelé”, el próximo cuatro de mayo) peregrinó al Santuario de Torreciudad el pasado 28 de abril.

Las familias gitanas tuvieron procesión y acto solemne de apertura de la peregrinación en la iglesia de San Francisco de Barbastro, y por la tarde visita a la cripta de los Mártires Claretianos y romería al Santuario de Torreciudad, donde rezaron ante la imagen de su patrona ‘Majarí Calí’.

Familias rumanas

Procesión de las familias rumanas en Torreciudad

Otra singular celebración que tuvo lugar el pasado fin de semana, fue la Peregrinación de familias rumanas a Torreciudad. Un centenar de inmigrantes católicos de rito latino y procedentes de ciudades como Zaragoza, Tarragona, Lérida, Reus, Barcelona o Madrid se reunieron en el primer encuentro de estas características celebrado en nuestro país.

Entre los asistentes, Jesús Cano, joven madrileño que trabaja como sacristán en la Capilla del Niño del Remedio, acudió acompañado de su mujer, Irina Bichescu. Se conocieron por medio del teléfono, cuando ella aún residía en su ciudad natal de "Tg.Ocna" que está en la provincia de "Jud.Bacau".

Ahora llevan dos años de matrimonio pero Irina recuerda aquellas conversaciones telefónicas, sin apenas entender el castellano, y que seguía gracias a la labor de traducción de un amigo.

Virgen de la Unidad (Rumanía)

A Jesús la romería le ha parecido impresionante, “a las familias nos ha servido para estar más unidas en la oración, la Santa Misa, el rosario... ha sido un encuentro familiar, de la verdadera familia cristiana, compartiendo cánticos, oraciones, la comida, el encuentro con la Virgen y el Señor”, resume. En cuanto a su mujer, la peregrinación dice haberle servido para pedir a la Virgen que “me aumente la fe, que sea mejor persona y hacerme más santa”.

Los actos comenzaron con una procesión por la explanada del santuario mariano, encabezada por el icono de la Virgen de la Unidad, hasta depositarla en el interior de la iglesia para su entronización. A mediodía, los asistentes participaron en la concelebración de una Eucaristía oficiada en su lengua materna, mientras por la tarde, después de un almuerzo campestre por los alrededores de templo mariano, confluyeron con otros fieles en la exposición solemne con el Santísimo y el rezo del Rosario, acto con el que concluía la primera peregrinación de rumanos en nuestro país.